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El ajuste estructural en Honduras


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Publicación conjunta del Centro de Documentación de Honduras y el Postgrado Centroamericano de Economía y Planificación del Desarrollo

Presentación

Bajo este titulo, el Centro de Documentación de Honduras (CEDOH) y el Postgrado Centroamericano en Economía y Planificación del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras publicamos el interesante trabajo del economista y catedrático universitario Hugo Noé Pino. |1|

El tema no puede ser mas actual. A comienzos del segundo mes de su mandato gubernamental, el presidente Rafael Leonardo Callejas anunció la aprobación de la nueva Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía que, en esencia, constituye el instrumento jurídico del gobierno para poner en marcha su Plan de Ajuste de las estructuras económicas del país.

Al entrar en vigencia el nuevo ordenamiento jurídico de la política económica del gobierno, se desató en el país una amplia y encendida polémica en torno a sus posibles virtudes o defectos. Como es natural, las opiniones expuestas a favor o en contra del Plan de Ajuste no siempre contribuyeron a esclarecer los hechos y desvelar el contenido real del mismo. En mas de una ocasión aportaron incluso mayor confusión y desconcierto. El uso impreciso de la terminología, la falta de claridad en los conceptos y el manoseo panfletarlo de los términos sólo han servido para volver mas oscuros e indescifrables los alcances de las nuevas medidas económicas y su repercusión efectiva sobre los diferentes grupos y clases sociales del país.

El trabajo que hoy publicamos contribuye en verdad a la aclaración de los hechos y devuelve a la polémica el sentido de seriedad y rigor científicos tan necesarios. Por ello, contribuye realmente a ilustrar sobre el trasfondo de las medidas económicas del Plan de Ajuste y, por lo mismo, ayuda a comprender mejor el nuevo rumbo de la economía nacional y su impacto al interior de la sociedad hondureña.

I.- Introducción

Honduras comienza la década del noventa con una serie de medidas de reordenamiento económico propias de un programa de ajuste estructural. A pesar de la importancia que tales medidas tienen, la forma de su presentación y lo amplio de su cobertura, no han permitido una comprensión adecuada de su alcance y significado para el desenvolvimiento económico del país.

La serie de desequilibrios productivos y financieros de la economía hondureña desde la década pasada hacían imperativo la toma de decisiones para lograr una reactivación de la economía. El punto de discusión, sin embargo, se convierte en la naturaleza de las medidas y, principalmente, como se distribuyen los costos del programa de ajuste. En otras palabras, se trata de definir el tipo de ajuste estructural y su impacto en los diferentes grupos económicos.

El objetivo de éste ensayo es presentar algunas reflexiones sobre la lógica y alcances de los programas de ajuste estructural, lo mismo que sobre las medidas adoptadas en el caso concreto de Honduras. En la sección siguiente se presentan y discuten conceptos necesarios de diferenciar, tales como: políticas de estabilización, políticas de ajuste estructural y el de cambio estructural. En la tercera sección se profundiza en la lógica y contenido de los programas de ajuste estructural tal y como lo presentan los organismos financieros Internacionales. Posteriormente, se describen y discuten las medidas de ajuste estructural que se están aplicando en Honduras.

Finalmente, se hace una corta interpretación de los alcances de las políticas y de su impacto sobre la población. Como el ajuste estructural en América Latina presupone la existencia de un modelo de sustitución de importaciones en agotamiento, en el apéndice se hace una breve discusión acerca de tal proposición para el caso concreto de Centro América.

Como se podrá apreciar el trabajo presenta dos limitaciones: la primera proveniente del cáracter reciente del ajuste en Honduras y, la otra se origina en la decisión de prescindir de un análisis técnico más profundo a fin de facilitar la lectura a un mayor número de personas. En todo caso, el trabajo intenta contribuir a la discusión sobre tan importante tema.

II.- Algunos conceptos básicos relacionados con el ajuste estructural

El propósito de esta sección es aclarar la confusión que muchas veces se presenta entre conceptos tales como "políticas de estabilización" "políticas de ajuste estructural" y "cambio estructural"; como se observará, existen diferencias entre estos conceptos, aunque en la práctica se usen indistintamente.

En primer lugar, hay que diferenciar entre lo que son políticas de estabilización y políticas de ajuste. La aplicación de políticas de estabilización no es nada nuevo en América Latina ya que se han venido dando desde los años 40s y 50s, y tal vez desde antes. Estas políticas se refieren a desequilibrios que se consideran de corto plazo; desequilibrios tales como déficit en la balanza de pagos y la inflación. |2| Se considera que tales desequilibrios son temporales y que mediante una serie de medidas restrictivas se puede volver fácilmente al equilibrio.

Según la versión monetarista del Fondo Monetario Internacional (FMI), la causa de tales desbalances es el exceso de gasto en la economía, el que a su vez se manifiesta en un exceso de dinero. En la mayoría de los casos, tales desequilibrios se asocian a las políticas equivocadas del sector público, tales como el déficit fiscal, la protección arancelaria, la sobrevaloración de la moneda (en regímenes de paridad fija) y otros.

En cualesquiera de los casos, las políticas recomendadas son la disminución del gasto interno para adecuarlo a las restricciones impuestas por recursos externos, o cualquier otro motivo. De ahí que las medidas tradicionalmente recomendadas son: la reducción del déficit fiscal vía aumento de impuestos, reducción de gastos, eliminación de subsidios, etc., la reducción de la oferta monetaria, el control del crédito, la devaluación de la moneda y el control de los salarios. |3|

    En suma, el enfoque que subyace en las políticas de estabilización que postula el FMl concibe el déficit de la balanza de pagos y la inflación como un fenómeno circunstancial originado en una falla o desvío del funcionamiento económico estimado normal; esto es, en condiciones de equilibrio y estabilidad bajo el supuesto de mercados que operan en competencia perfecta. |4|

Por otra parte, el concepto de ajuste estructural se refiere a modificaciones que van más allá del corto plazo y que se extiende al mediano y largo plazo. El surgimiento de las políticas de ajuste estructural tiene lugar principalmente durante los años 80s por medio de prestámos del mismo nombre otorgados por el Banco Mundial.

En las nuevas políticas de ajuste estructural se reconoce que los principales desequilibrios sufridos por los países latinoamericanos a comienzos de los 80s no son de cáracter transitorio sino que están relacionados con la nuevas condiciones del mercado internacional tanto en lo que se refiere a flujos comerciales como financieros. Pero la otra razón central de la alta inestabilidad es la acción distorsionadora del Estado en la actividad económica. Por lo tanto, lo que está en juego es la redefinición del estilo de crecimiento económico hasta ahora imperante para darle primacía al sector exportador como fuente de divisas y al sector privado como motor del crecimiento. Esta es la esencia del ajuste estructural.

Sin embargo, es necesario distinguir lo anteriormente definido como ajuste estructural de lo que se denomina "cambio estructural". Esta última expresión fue muy utilizada en los años 40sy 50s por la CEPAL, precisamente como resultado del análisis del impacto del sector externo en las economías de la región y del escaso dinamismo de la empresa privada. En aquel tiempo se consideró que las posibilidades de desarrollo de los países latinomericanos se encontraban bloqueadas por una serle de rigideces y "cuellos de botellas" que era imperativo superar. En correspondencia a ello, se apoyaron cambios en la estructura del sector externo, en la estructura agraria e industrial, en la estructura del empleo y en la estructura de la distribución del ingreso. Al mismo tiempo, se consideró una participación más activa del Estado en la economía a través de tres funciones claramente definidas: la promoción del desarrollo, la regulación de la economía y la redistribución del ingreso.

Aunque aquí no se pretende evaluar por qué tales políticas no tuvieron el éxito esperado, es preciso destacar los tipos de "cambios estructurales" a que se referían las posiciones mencionadas. Todas las medidas se encaminaban a superar los "cuellos de botella" anteriormente descritos. De ahí que las recomendaciones de política económica se encaminaran a: reforma agraria, industrialización sustitutiva, reforma tributarla, etc.

Cuando los programas de ajuste estructural contemplan problemas como los anteriores su solución depende, bajo presupuestos claramente neoclásicos, de cómo las fuerzas del mercado asignan los recursos. En otras palabras, se asume que los mercados funcionan en forma tan eficiente que por medio del crecimiento económico se solucionará el desempleo, la distribución de la riqueza, la pobreza, etc.

En donde si coincide el ajuste estructural con el "cambio estructural" en la intención de transformar la estructura productiva, aunque con objetivos totalmente diferentes. Tal diferencia proviene que los primeros consideran a la promoción de exportaciones como el eje de la nueva estrategia de crecimiento asignándole un papel marginal al desarrollo de mercado interno; por otro lado, los segundos defienden un crecimiento más equilibrado basado tanto en la promoción de exportaciones como en una sustitución eficiente de importaciones. |5| En éste último caso, el mercado regional adquiere mayor importancia.

En resumen, las políticas de estabilización y políticas de ajuste estructrural son diferentes, aunque en la práctica, como es el caso actual de Honduras, se presenten en un solo paquete. Donde si existe una diferencia sustantiva es entre el "ajuste estructural" y el "cambio estructural", debido al papel que cada uno asigna al mercado en la asignación de los recursos. No se trata de entrar en una polémica acerca del ámbito de lo estatal y lo privado, sino de determinar con precisión el papel de las estructuras actuales de mercado en la asignación de recursos y en la presentación de formas alternativas que permitan superar los problemas reales del "ajuste estructural" y del "cambio estructural".

III.- El ajuste estructural en detalle

Como se mencionó, el ajuste estructural es la expresión, a nivel de política económica, de las posiciones ortodoxas en teoría económica; consiste en una mezcla de liberalismo clásico y del renacimiento del monetarismo. De ahí que sus posiciones se conozcan también con el nombre de neoliberalismo. El liberalismo clásico plantea que la asignación óptima de los recursos se realiza cuando se deja en libertad a las fuerzas de la oferta y la demanda. Por lo tanto, la intervención estatal no hace sino producir una asignación inadecuada de los recursos (leáse "distorsiones"). |6| El monetarismo, por su parte, considera que los desequilibrios financieros como la inflación y el déficit en la balanza de pagos tienen su explicación en el exceso de dinero en la economía.

El ajuste estructural se aplica con mayor énfasis a comienzos de los años 80s por medio de los préstamos concedidos por los organismos financieros internacionales, en especial el Banco Mundial, quien lo define así:

    Los préstamos de ajuste estructural fueron iniciados en 1980 en respuesta a los serios problemas de balanza de pagos que afectaban a muchos países subdesarrollados. Estos problemas se derivaban del fuerte deterioro en los términos de intercambio para los países importadores de petróleo y por el legado de debilidad de las políticas e instituciones domésticas. Dos tipos de respuesta de política económica, ambas llamadas de ajuste, se necesitaban. La primera era la estabilización, reducciones dirigidas en los gastos para producir un ajuste ordenado de la demanda local con el nivel reducido de recursos externos. La segunda fue el ajuste estructural, cambio en los precios relativos e instituciones destinadas a hacer la economía más eficiente, más flexible, y más capaz para usar los recursos, y por lo tanto, dirigir un crecimiento económico sostenido de largo plazo. |7|

Como se ha expresado, los programas de ajuste estructural persiguen la reinserción de nuestras economías en el mercado internacional y la disminución de la actividad económica de parte del Estado. Los mecanismos por medio de los cuales se alcanzarán los objetivos mencionados son: la liberalización comercial, la liberalización cambiaria, la liberalización financiera, la liberalización de precios, la promoción de exportaciones, el aumento del ahorro y la disminución del déficit fiscal.

Como se puede apreciar, tales mecanismos combinan medidas de corto y de largo plazo y ayudan a conformar un nuevo patrón de crecimiento.

La liberalización comercial consiste en eliminar todas aquellas trabas al libre flujo del comercio internacional; en tal sentido, se considera que el proceso de sustitución de importaciones seguido en algunos países, introdujo protecciones arancelarias que fomentaron producciones ineficientes. La recomendación de política económica, por lo tanto, es la reducción de los aranceles y la igualación de las tasas efectivas de protección.

La protección arancelarla excesiva produjo, de acuerdo a los defensores del ajuste, distorsiones en los precios relativos entre la industria y el sector agrícola. Mientras la primera gozaba de protección excesiva, la agricultura tanto de consumo interno como de exportación era desestimulada. Lógicamente esto se reflejó en una asignación ineficiente de los recursos.

El sesgo anti-agrícola y anti-exportador es uno de los principales legados de los procesos de sustitución de importaciones. Aunque tales argumentos se prestan a discusión para casos concretos como el de Centro América (veáse apéndice No.1), existen muchas críticas válidas sobre el establecimiento de los precios relativos entre tales sectores.

La liberalización cambiaria consiste en la eliminación de monedas sobrevaloradas que además de constituir carga para el gobierno, por los costos cambiarios que generalmente lleva consigo, distorsiona el comercio internacional al hacer menos competitivas las exportaciones y más atractivas las importaciones de materias primas y bienes de capital, por sus precios bajos. El precio de las divisa extranjera, por lo consiguiente, se debe establecer respetando el criterio del mercado y no mantenerlo arbitrariamente fijo en una tasa determinada.

Por su parte la liberalización financiera busca la eliminación de todos los controles sobre la tasa de interés, es decir, que las autoridades monetarias se abstengan de fijar topes a la tasa de interés y de establecer tasas de interés diferenciadas. Por otra parte, la liberalización de precios es la supresión de todo tipo de control de precios establecidos por el gobierno, de tal forma que los precios reflejen sus valores reales de mercado.

En lo referente a la disminución del déficit fiscal, éste ya no sólo se observa como un fenómeno de corto plazo, es decir como la necesidad de cerrar la brecha entre Ingresos y egresos; también se mira como oportunidad de disminuir el impacto del sector estatal en la economía. Por ejemplo, no sólo se recomienda aumentar los impuestos y disminuir los gastos, sino también en privatizar las empresas del sector público, sean éstas ineficientes o no. |8| Se llega a la concepción que lo no rentable debe de dejar formar parte del sector público y así los bienes y servicios públicos (agua, electricidad, educación, salud y otros) deben de reflejar sus precios de mercado y no precios subsidiados.|9|

En otras palabras, no es sólo cuestión de aumentar impuestos o reducir gastos sino que, en el fondo, se pasa a poner en entredicho el papel mismo del Estado como promotor del crecimiento, regulador de la economía y redistribuidor del ingreso.

La promoción de exportaciones es el eje central en la nueva estrategia de crecimiento dada la fuerte necesidad de divisas para importar y, en especial, para el pago de la deuda externa. No hay que olvidar, empero, que las nuevas circunstancias del mercado internacional demandan una redefinición del tipo de exportaciones. En otras palabras, por múltiples razones las exportaciones tradicionales han perdido su dinamismo y es necesario el impulso de nuevas exportaciones (o exportaciones no tradicionales) que pueden ser bienes manufacturados o agropecuarios. Para el caso especifico de Centro América los PAE plantean que se pueden aprovechar las ventajas comparativas de su producción agropecuaria, y en menor escala, la maquila.

Tanto en la promoción de las exportaciones como en las medidas para aumentar el ahorro es imprescindible el otorgamiento de mejores incentivos al capital extranjero. De tal forma que se debe impulsar la creación, o cambios, en la legislación correspondiente a fin de incentivar o eliminar obstáculos a la inversión extranjera.

Por su naturaleza política, los programas de ajuste estructural no se refieren extensamente a la políticas de salarios que se deben seguir. Sin embargo, la lógica general del razonamiento lleva a la conclusión que los sindicatos, al igual que el Estado, introducen distorsiones en el libre juego de las fuerzas del mercado. Por lo tanto, existe el criterio implícito que el éxito de tales programas depende de poder controlar al sector laboral en sus demandas de salarios. El mecanismo para conseguirlo dependerá de la estructura política de cada país.

Un último elemento a mencionar es que los programas de ajuste estructural han estado vinculados a préstamos de los organismos financieros internacionales con un alto grado de condicionamiento en lo que a política económica se refiere. Es decir, que los grados de autonomía del los países receptores se han visto ostensiblemente reducidos en lo que se refiere a la concepción de una política económica de origen local. Obviamente, entre mayor es la necesidad de recursos externos mayores son los grados de supeditación a los criterios de tales organismos.

En resumen, el proceso de ajuste estructural combina políticas tanto de la demanda como de la oferta global. En consecuencia, el tipo de ajuste estructural es importante porque determinará el estilo de desarrollo vigente en las próximas décadas. Debemos entender, entonces, que la discusión de las medidas actuales del gobierno del Lic. Callejas va más allá del hecho de que se quiera rebajar el déficit fiscal o la inflación. Lo que realmente está en juego es la propia estrategia de desarrollo alternativo para Honduras.

IV.- El ajuste estructural en Honduras

El objetivo de la presente sección es presentar una descripción de las principales medidas de ajuste estructural que se han estado aplicando en Honduras. Como es lógico, es muy difícil en estos momentos hacer una evaluación del impacto global de tales medidas; sin embargo, es posible escudriñar en su lógica y determinar algunas orientaciones de cáracter general. Lo que si se puede asegurar de entrada es que las políticas que se están aplicando tienen muy poco de "hondureñistas" y que obedecen al esquema general descrito en la sección anterior.

La Ley de Ordenamiento Estructural, recientemente aprobada por el Congreso Nacional (marzo de 1990), constituye tan solo una parte del proceso de ajuste estructural en Honduras. En tal sentido, es importante señalar que el proceso de ajuste estructural no comienza ni termina con la aprobación de dicha ley. En efecto, algunas leyes tendientes a apoyar la estrategia de promoción de exportaciones, elemento básico del ajuste, fueron aprobadas por los gobiernos liberales anteriores. Por ejemplo, la Ley de Promoción de Exportaciones, la Ley de Importación Temporal, la ley que regula el funcionamiento de los parques industriales, etc.

También se aprobaron leyes que incentivan la inversión extranjera y se inició, en el gobierno del Ing. Azcona, el proceso de devaluación del lempira con la aprobación de un mercado paralelo no oficializado. Tampoco es el final del proceso de ajuste porque el mismo requiere otro tipo de medidas, entre ellas, la reestructuración de la administración pública, los programas de ajusté sectoriales (del sector agrícola y del Industrial), el control del movimiento sindical y otros.

Un aspecto a destacar es que la aprobación de tales medidas en el gobierno anterior se debió a la condicionalidad impuesta por la AID para el desembolso de la ayuda económica. Cualquier Memoria del Ministerio de Hacienda de los cuatro últimos años nos muestra la serie de cambios estructurales exigidos por el AID (veáse apéndice No.2). En lo que no tuvo éxito la Agencia norteamericana fue en lograr la devaluación total del lempira y en la reducción definitiva del déficit fiscal.

No obstante lo anterior, no se puede desconocer que es a partir del presente gobierno en que el programa de ajuste estructrual cobra fuerza y se profundiza. Comenzaremos referléndonos a los diferentes componentes que forman parte de un programa de ajuste estructural tal y como los definimos en la sección anterior.

La liberalización comercial. El proceso de liberalización comercial se acelera con la aprobación de la Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía que en su sección IV reforma los gravámenes a la importación de mercancías sobre el valor CIF. Esta es una desgravación progresiva que tiende a homogenizar los aranceles a partir de 1992 en 20, 15, 10 y 5 por ciento. Con esta medida se cumple una de la exigencias incluidas por el Banco Mundial en sus programas de ajuste.

No se puede desconocer que la protección industrial en Honduras presentaba grados irracionales y que por lo tanto la medida tiene su lado positivo; sin embargo, una desgravación general puede poner en serias dificultades a aquellas empresas, principalmente medianas y pequeñas, con escasa capacidad de competencia y con alta absorción de empleo. Lo más conveniente parece haber sido, tal como lo sostiene la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), una desgravación progresiva más prolongada que permitiera la adaptación de las empresas a las nuevas reglas del juego.

Una de las mayores dificultades de ésta, y otras de las medidas de ajuste, es que en vista de las arbitrariedades cometidas en el pasado se han tomado medidas de cáracter general obviando el criterio de selectividad. Sin embargo, la capacidad de respuesta de los agentes económicos en Honduras es muy variada dada su heterogeneidad, de ahí la necesidad de selectividad en la aplicación de las políticas económicas. Este es uno de los mayores riesgos de favorecer a unos pocos sectores con las nuevas medidas.

El argumento se puede extender. La teoría neoclásica presupone la acción de agentes económicos relativamente homogéneos. Un grave error de los "técnicos" locales consiste en su incapacidad para distinguir los presupuestos teóricos de realidades concretas. Sostengo, basado en estudios empíricos diversos (CEPAL, PREALC, etc.), que los agentes económicos que interactúan tanto en el mercado de bienes y servicios como el mercado laboral distan de ser homogéneos. Hasta ahora, desconozco estudios concretos que muestren lo contrario.

La devaluación. Una de las medidas de mayor impacto en el corto plazo es la determinación de devaluar el lempira, medida que se adoptó a la par de la Ley de Ordenamiento Estructural. Aunque oficialmente no se decretó la devaluación, se estableció una tasa de cambio interbancario de 4 lempiras por un dólar. También se señaló que tal tipo de cambio se modificarla en función de la oferta y demanda y que oscilaría en una banda de 2.5% por encima y por debajo del cambio aprobado. Rápidamente el tipo de cambio se movió a su máximo permitido, es decir a 4.10x1.

Teóricamente, la devaluación adoptada abarata el precio de nuestras exportaciones haciéndolas más atractivas en el mercado internacional y aumentando los volúmenes exportados. El supuesto general es que la pérdida proveniente por la reducción del precio es menor que el beneficio obtenido por el incremento en el volumen. Dada la naturaleza de las exportaciones hondureñas, tales beneficios son muy cuestionables.

La devaluación, sin embargo, también tiene otra cara, la de encarecer las importaciones. Lo anterior significa que ante precios más altos se dará una reducción de lo importado. Esto presupone un grado de elasticidad que nosotros dudamos exista. |10| El resultado final es que se produce un incremento en los precios que alimenta las presiones inflacionarias.

En la búsqueda incesante de los dólares, los exportadores reciben bastantes beneficios. La devaluación no es más que el mecanismo que permitirá a los que reciben dólares por sus exportaciones obtener un sustancial incremento de sus ingresos en lempiras y asi obtener altas ganancias.

Pero el aspecto menos enfatizado es la inmensa transferencia de ingreso entre grupos que la devaluación produce. Si se recuerda, antes de adoptarse la medida de la devaluación el Banco Central recibía el 50 por ciento de las divisas provenientes de las exportaciones, mientras el resto se entregaba en CETRAS cuyo valor a finales del año pasado era de alrededor de L3.70 por dólar. |11| Esto significaba que el exportador recibía una tasa de cambio equivalente a L.2.85 por cada dólar. Ahora, sin embargo, el exportador recibe L.4.10 por cada dólar.

Si este argumento lo llevamos a nivel macroeconómico tendremos: en promedio las exportaciones hondureñas anduvieron alrededor de $900 millones de dólares en los últimos años. Esto significa que una asignación de CETRAS del 50 por ciento, $450 millones de dólares se cambiaban al 2x1 y el resto a L.3.70. En total los exportadores recibieron L.2,565 millones de lempiras por sus $900 millones de dólares. Pero ahora esos mismos exportadores recibirán L.3,690 millones de lempiras, o sea un ingreso adicional de L.1,125 millones. Esta ganancia adicional no proviene de otra fuente que del resto de la economía, y especialmente, de la clase asalariada. Es bastante claro quienes se benefician y quienes pierden es este "juego".

Adicionalmente, cabe preguntarse qué criterio técnico utilizó el gobierno para determinar la devaluación a una tasa de 4x1. A primera vista el criterio utilizado fue el precio del dólar en el mercado negro, pero es que ¿éste reflejaba realmente la sobrevaloración del lempira? Según algunos estudios técnicos, aunque hay que reconocer que son de 1987, la sobrevaloración del lempira era de un 30 por ciento. Aun y cuando se reconociere un porcentaje mayor, la devaluación debió andar en alrededor de 3 o 3.50 de lempira. En otras palabras, se premió a aquellos que hablan sacado sus ahorros al exterior y a los qué especulaban en el mercado negro.

En conclusión, los aumentos de precios provenientes de la inflación que siguen a la devaluación producen una redistribución del ingreso en favor de los grupos con ingresos variables, como son los comerciantes y empresarios (en especial al sector exportador) y en contra de los grupos de ingresos fijos como son los asalariados.

Los impuestos al consumo y a la producción

Pero las presiones inflacionarias también se dejarán sentir por la serie de impuestos aprobados. El aumento del impuesto sobre venta, los impuestos a la producción, los aumentos a los precios de los derivados del petróleo contribuyen a un aumento generalizado de los precios; la consecuente caída del salario real se reflejará obviamente en las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Entre los nuevos impuestos destacan: la modificación del impuesto sobre ventas, que se elevó del 5% al 7%; los impuestos contenidos en las nueva estructura de precios del petróleo que ascienden a 27% (20% de gravámen de importación y 7% de impuesto sobre la producción) y las modificaciones al impuesto sobre la renta. Tanto el nuevo impuesto sobre ventas como la nueva estructura de los derivados del petróleo, por su efecto multiplicador, constituyen factores de incrementos generalizados de precios.


La nueva estructura de precios de los derivados del petróleo es la siguiente:

Tipo Precio Anterior Precio Nuevo % incremento
Gasolina corriente (galón) L. 3.92
L 5.92
51
Gasolina extra (galón) L. 4.15
L. 6.15
48
Diesel (Galón) L. 2.42
L. 3.98
64
Kerosina L. 2.15
L. 2.97
38
Gas propano (tambo de 25 libras) L.15.52
L. 24.11
55

Como se puede apreciar la presión sobre la inflación será fuerte dado los fuertes aumentos decretados.

En la aplicación de los nuevos precios de los derivados del petróleo se puede apreciar el carácter "especial" de los argumentos de los "técnicos gubernamentales". Por ejemplo, se menciona que los aumentos se aplican para evitar que existan "precios mentirosos", es decir que los precios sean "precios reales" de mercado. Lo que es muy difícil de percibir es a que precios reales se están refiriendo dado que existe un 29% de impuestos que forman parte del precio final. Además, la "transparencia" queda en entredicho cuando se oculta que el gobierno obtendrá un ingreso de alrededor de 200 millones de lempiras por tales impuestos.

El impuesto sobre la renta. El Impuesto sobra la renta sufrió algunas modificaciones, unas en sus tasas y otras de cáracter administrativo. Entre las principales modificaciones de en sus tasas fue el cambio introducido para las personas jurídicas (empresas y negocios) que antes pagaban en una escala progresiva y cuyo porcentaje máximo era de 40 por ciento para rentas netas gravables por encima de un millón de lempiras.

La modificación fue homogenizar el impuesto a un 35% general, con la excepción de empresas cuya rentas netas gravables sean de menos de 100,000 lempiras en cuyo caso de pagará el 15% de impuesto. Esta medida, aunque puede generar mayores ingresos para el Estado, constituye una reducción para las grandes empresas que antes pagaban el 40%, más las sobretasas respectivas. De más esta notar que dentro de las empresas más beneficiadas están las empresas exportadoras.

Dentro de las modificaciones del impuesto sobre la renta también se encuentran la eliminación de dicho impuesto para las personas naturales que reciban ingresos menores de 10,000 lempiras. No obstante, no existe simetría con relación a los impuestos recaudados ya que lo que el gobierno renuncia a recibir por éste concepto es la cantidad de 18 millones de lempiras, pero sólo en el impuesto sobre ventas se recaudan alrededor de 130 millones de lempiras adicionales. También, el gobierno recibirá, como se mencionó, más de 200 millones de lempiras por los impuestos de los derivados del petróleo.

Lo anterior demuestra que existe una preocupación sustancial en el corto plazo en cuanto a reducir el déficit fiscal por medio de una mayor cantidad de ingresos, pero sin tomar en cuenta la capacidad adquisitiva de la población. Simultáneamente se reafirma nuestra aseveración de la pretensión de eliminar el papel de redistribuidor de ingresos por parte del Estado. Esto se debe a que con el tipo de impuestos se profundiza la regresividad |12| del sistema tributario en Honduras ya que las nuevas cargas tributarias provienen, en su mayor parte, de impuestos que son trasladados al consumidor (impuestos indirectos). |13| Además, un estudio técnico reciente |14| ha demostrado que es posible reducir el déficit fiscal por medio de un control efectivo del crecimiento del gasto dado que la tasa de crecimiento de los ingresos por impuestos fue alta durante la década pasada. |15| Lo anterior nos lleva a la conclusión que los ingresos del Estado se están abultando no con el objetivo de reducir el déficit fiscal sino con el de satisfacer el "clientelismo" político de las campañas. En este sentido, será importante no sólo observar una reducción del déficit fiscal sino del crecimiento de los gastos; en otras palabras, si realmente se realiza una racionalización del gasto público.

La eliminación de exoneraciones y el control para evitar la evasión de impuestos. Dentro de los aspectos positivos de la ley recientemente aprobada tenemos la eliminación de las exoneraciones y franquicias existentes que en muchos de los casos constituían privilegios extremos para determinados grupos. Sin embargo, es necesario restituir el criterio de selectividad para concederle tal derecho a las instituciones que realmente lo necesiten. Se considera que no es cierto que al establecer excepciones se abre la puerta para que todo mundo entre; lo que si es necesario, como en cualquier acto de la administración pública, es que la aplicación de tales medidas estén en manos de personas de reconocida honestidad.

Los controles administrativos encaminados a combatir la evasión de impuestos son también aspectos positivos de la nueva legislación. Lo importante de ahora en adelante es que tales disposiciones sean aplicadas a tódos y no que algunos grupos, valiéndose de sus influencias políticas y/o económicas, continúen evadiendo impuestos.

Transferencias corrientes. Un elemento adicional contenido en la Ley de Ordenamiento Estructural son las transferencias corrientes a organismos nacionales. Por medio de ésta sección se conceden una serie de subsidios con los siguientes fines: asignación para subsidiar el transporte urbano, 25 millones de lempiras; asignación para subsidiar familias con niños en edad escolar, 30 millones; asignación para subsidiar el precio de productos básicos alimenticios, 8 millones; asignación para financiar el Banco deTierras para viviendas de grupos marginados, 10 millones y transferencia al Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) para la generación de empleo e ingresos, 25 millones. Tales medidas suman un total de 98 millones de lempiras para el año riscal de 1990.

Permítasenos hacer algunas reflexiones acerca de estos fondos. En primer lugar, y sin desestimar sus efectos positivos, no queda ninguna duda que son pequeños paliativos a los grandes problemas que enfrenta el país. En segundo lugar, los efectos recesivos del programa de ajuste producirán, en el corto plazo, una caída mucho mayor en el empleo y en el ingreso que la que se busca solventar. Lo anterior obedece a que el efecto recesivo de las medidas fiscales será más fuerte que los incentivos para la expansión de las exportaciones. En tercer lugar, no existe proporción en lo que el Estado está obteniendo en nuevos ingresos y las transferencias mencionadas. Una cuarta consideración se refiere a que la intención clara de las transferencias es más política que económica: desmovilizar a aquellos sectores que como la población marginal de las ciudades son más propensos a las movilizaciones de protesta.

El control de las organizaciones populares. Un elemento intrínseco al proceso de ajuste estructural lo constituye la necesidad de control social. Como las medidas son impopulares, su aplicación se viabiliza con gobiernos de fuerza. Empero, en el caso concreto de Honduras el gobierno que las impulsa ha sido elegido en votaciones, lo que junto con la situación política centroamericana limita las posibilidades de una represión generalizada. Ante esta situación caben tres caminos alternativos: primero, el control de las organizaciones más beligerantes de oposición a las políticas del nuevo gobierno (el caso de la ANDEPH así lo sugiere). |16| Segundo, la represión selectiva de aquellos dirigentes populares que no coinciden con la posición gubernamental; y tercero, una campaña ideológica tendente a legitimizar las medidas adoptadas. En la actualidad se observan indicios de recurrencia a los tres caminos descritos.

En resumen, la característica principal del proceso de ajuste es que sus costos son soportados principalmente por los grupos asalariados que ven disminuir tanto su ingreso disponible (por la mayor cantidad de impuestos), como su ingreso real por la inflación que se genera. Como se pudo apreciar, el marco legal que provee una serie de beneficios a la exportación y a las inversiones, junto con las medidas adoptadas dentro de la Ley de Ordenamiento Estructural tiene como finalidad contribuir al fortalecimiento del gran capital, principalmente exportador, sea éste nacional o extranjero.

Ahora bien ¿cómo el ajuste estructural resuelve los problemas de tenencia de la tierra, distribución del ingreso, desempleo y subempleo? La respuesta, como se esbozó anteriormente, es simple desde el punto de vista de los defensores del ajuste, las fuerzas de mercado reasignarán los recursos de tal forma que el crecimiento económico producirá un efecto de "derrame" en el cual se beneficiará toda la población. La mayor inversión provocará un aumento en la producción, ingreso y empleo. En otras palabras, una vez profundizado el ajuste estructural nos encontraremos en el mejor de los mundos posible.

V.- El proceso de ajuste estructural en Honduras. Un intento de interpretación.

Si tocara definir en pocas palabras lo qué es el programa de ajuste estructural, se diría que es el mecanismo adoptado para hacer que el sistema capitalista hondureño recuperé la dinámica perdida por los cambios en los flujos comerciales y financieros internacionales de las últimas décadas. Esto significa reconocer que el crecimiento económico de la posguerra, basado en la diversificación de exportaciones, un aumento de la industrialización y la mayor intervención del Estado en la economía había llegado a su agotamiento. |17|

El nuevo modelo de crecimiento se orienta a superar los problemas de disponibilidad de divisas e inserción competitiva en el comercio mundial. El incremento en el acervo de capital debe venir acompañado, según el nuevo punto de vista, de crecientes cambios en su composición, y consiguientemente, en la estructura productiva en función de la dinámica del comercio exterior y la balanza de pagos. |18|

El modelo alternativo se basa, como hemos visto, en la promoción de exportaciones, con mayor énfasis en la producción agrícola. Esto implica nuevas exportaciones tales como cítricos, plantas ornamentales, vegetales, ropa y otros. El otro elemento central es la reducción de la participación del Estado en la actividad económica.

La promoción de exportaciones y la reducción del papel del Estado se harán mediante una gigantesca redistribución del ingreso que permita a ciertos grupos capitalistas nacionales y extranjeros aumentar sus inversiones. También es importante mencionar, como parte del proceso, la garantía de pago de la deuda externa que permita, lo que eufemísticamente se llama, "recuperar la credibilidad internacional". Desde éste punto de vista, el programa económico del nuevo gobierno es bastante coherente, ya que deja traslucir su intención clara de reactivar la inversión privada.

Es tal vez este último aspecto lo que hace más problemática la vigencia de un ajuste estructural con reactivación y mejor distribución en el ingreso. Al intentarse la reactivación de la inversión privada los beneficios son otorgados a aquellos grupos con mayor capacidad de acumulación en el corto plazo, es decir, los grandes empresarios, el sistema financiero y el sector exportador. Sin embargo, son estos grupos los que tradicionalmente han concentrado el ingreso nacional.

Por otra parte, la gigantesca redistribución del ingreso a que hemos hecho referencia tiene como consecuencia el empobrecimiento de los grupos asalariados. En el corto plazo, la naturaleza contraccionista del proceso de ajuste generará un incremento en los niveles de desempleo lo mismo que una caída en el ingreso. El deterioro sustancial de vida de los grupos medios, el aumento de la miseria y una creciente descomposición social son escenarlos fáciles de predecir.

En otro orden de ideas, el esquema de pensamiento bajo análisis incorpora tres presupuestos implícitos: primero, que la empresa privada hondureña es eficiente, en contraposición a la ineficiencia del Estado; segundo, que la empresa privada responderá a los incentivos y beneficios otorgados por el Estado (cumpliéndose la condición clásica ex-ante que el ahorro es igual a inversión); y tercero, que los organismos financieros internacionales ante la disposición del gobierno hondureño de cancelar la deuda externa, proveerán los fondos necesarios para la reactivación económica.

Desde mi punto de vista, los tres supuestos son muy débiles por las siguientes razones: en primer lugar, la eficiencia de la empresa privada es cuestionable. La misma crítica que señala la necesidad de disminuir el exceso de protección industrial se basa en la ineficiencia de tales empresas. En general, las empresas hondureñas se han acostumbrado a tasas de ganancias por encima de los promedios normales y en condiciones de ajuste esto incrementa sensiblemente la inflación. |19|

En segundo lugar, no existe ninguna garantía que los empresarios, especialmente los ligados al sector exportador, invertirán sus ganancias. En los últimos años se han desarrollado grupos especuladores que podrían mantener esta situación en el futuro. Una muestra de lo volátil del supuesto mencionado es que el gobierno esperó que una vez decretada la devaluación no oficial los exportadores correrían a depositar sus dólares en los mercados bancarios. No obstante, esto no sucedió y el Banco Central se vio obligado a amenazar con no conceder los permisos de exportación a aquellos que no repatriaran las divisas. |20| Si esto sucedió con las divisas también se puede repetir con los niveles de inversión. Las expectativas de una economía inestable pueden ser la principal causa que contrarreste los incentivos para la inversión. |21|

En tercer lugar, la decisión de continuar pagando la deuda externa en las condiciones originales lleva la intención de obtener fondos frescos que permitan el financiamiento de algunos desequilibrios. Pero, es difícil esperar que los organismos financieros internacionales sean tan "bondadosos" como en las décadas anteriores. Por lo tanto, la mejor medida es fomentar el ahorro interno y no generar falsas expectativas acerca del ahorro externo.

La evaluación del programa de ajuste estructural. Hasta ahora el Presidente Callejas ha señalado que los efectos positivos de las medidas se dejarán sentir hasta dentro de dos años. Una vez transcurrido este periodo se podrán hacer las evaluaciones correspondientes. Nuestra posición consiste en que tales evaluaciones se harán de acuerdo a los parámetros que se estimen convenientes. Por ejemplo, si utilizamos como parámetros la tasa de crecimiento del PIB, el índice de inflación, el déficit fiscal y el déficit de la balanza de pagos, es muy probable que el programa aparezca con algún éxito relativo.

Sin embargo, si juzgamos el éxito del programa en función del Ingreso per cápita, de los niveles de empleo y subempleo y de la distribución del ingreso veremos que será muy poco lo avanzado, si no es que se ha retrocedido. En pocas palabras, la evaluación de los programas de ajuste dependerá de si lo que se está promoviendo es crecimiento o desarrollo económico. SI es lo primero, se podrán cantar algunas victorias, si es lo segundo, lo más probable es que todavía nos encontremos en el mismo punto del cual partimos. En este sentido, vale la pena recordar que la intencionalidad última de todo sistema económico es satisfacer las necesidades de su población, y no la de una minoría. Si tal objetivo no se alcanza, se vuelve imperativa la transformación del sistema económico.

VI.- Una posibilidad alternativa

Una de las expresiones más comunes en la actualidad es la de que se le debe reconocer al gobierno el valor de aplicar medidas que aunque anti-populares eran necesarias. El juicio anterior implica que no existía un paquete alternativo de medidas que pudieran contraponerse a las actuales en vigencia. Considero que tal posición es equivocada.

Desde un punto de vista eminentemente técnico, el ajuste vía precios en nuestro país es difícil que funcione porque las estructuras de los mercados no están condicionadas para ello. Por lo tanto, un ajuste vía cantidades, como el inicialmente planteado por el Banco Central a comienzos de los 80s, y posteriormente abandonado, aparece como alternativa. Lo anterior implica, entre otras cosas, un control eficiente de las divisas por parte del Banco Central de tal forma que éstas sean asignadas de acuerdo a los requerimientos esenciales de la economía; un control de precios eficaz que evite la especulación desmedida de aquellos que se quieran enriquecer de la noche a la mañana; un control de importaciones que desestimule las importaciones suntuarias que en nada benefician al desarrollo del país.

Estas medidas, y otras en el corto plazo, se pueden combinar con medidas de mediano y largo plazo que permitan un verdadero proceso de desarrollo económico. Aunque parezca trillado, el desarrollo pasa forzosamente por la realización de una verdadera reforma agraria, por una reforma tributaria profunda, por una mayor articulación de los sectores productivos, etc. En general, por una economía que tienda a la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población y dentro de un clima político que aliente la participación ciudadana y respete sus derechos sociales fundamentales.

Lo anterior requiere la construcción de una economía de la sencillez en donde los patrones de consumo se adecúen a las posibilidades reales del país y no se de más el consumo imitativo de pequeños grupos con acceso al ingreso nacional. |22| De una economía en donde el crecimiento económico se de en base a la incorporación amplia de la fuerza de trabajo, que contra su voluntad, se encuentra al margen de la actividad productiva. En fin, de una economía que garantice la reproducción, en condiciones de vida adecuadas, de las mayorías y no únicamente de una élite privilegiada.

No se está diciendo que las soluciones son fáciles, el lastre del subdesarrollo es muy pesado y su superación implica un esfuerzo enorme; no obstante, el tipo de medidas que tan solo benefician a unos pocos distan mucho de permitir superarnos. Se necesita el concurso de la mayoría de los hondureños en la discusión y toma de decisiones sobre los principales problemas. En suma, se necesita de un verdadero proceso de democratización y no solamente elecciones cada cuatro años.

En síntesis, el proceso de ajuste estructural profundizado a partir del presente año marcará el estilo de desarrollo que seguirá Honduras en las próximas décadas, por lo cual se hace imperativo su análisis y discusión. Este no es un problema exclusivo de los economistas y políticos profesionales, es un problema del cual dependen las posibilidades de una vida mejor para más de una generación de hondureños.


Apéndice 1

Sustitución de importaciones y ajuste estructural

Buena parte de la argumentación expuesta en las primeras secciones de éste trabajo señala que el proceso de sustitución de importaciones seguido en América Latina, y Centro América en especial, tuvo un fuerte sesgo anti-agrícola y anti-exportador. La tesis nuestra al respecto plantea que el proceso de sustitución de importaciones seguido en Centro América, a partir del Mercado Común y dada sus características especiales, no afectó al sector exportador. Es más, que tal situación es la que dio lugar a lo que se denomina el estilo de desarrollo "aditivo" seguido por Centroamérica en la posguerra, señalado por la CEPAL (1987), o en otra acepción, al modelo de desarrollo "híbrido" señalado por Bulmer-Thomas (1987).

En tal modelo de desarrollo las transferencias del sector agropecuario para el sector industrial, concebidas como básicas en el proceso de sustitución de importaciones, no se dieron. El Estado debió cubrir tal necesidad con endeudamiento externo y con una serle de privilegios al sector industrial de tal forma que se desarrolló una industria ineficiente y oligopólica. Obviamente, lo anterior fue el producto de la incapacidad y acomodamiento de los sectores a favor de la industrialización, de desplazar los intereses de los sectores oligárquicos, vinculados a la posesión de la tierra, y de los intereses exportadores locales y de las empresas transnacionales.

Aunque en extenso, es importante presentar los argumentos planteados por Bulmer-Thomas en relación a la respuesta del sector agrícola al Mercado Común y al modelo que él denomina híbrido:

    Un modelo de industrialización para Centroamérica, designado a reemplazar el modelo basado en la exportación de productos primarios, habría tenido implicaciones revolucionarias para el sector agrícola. El financiamiento para nuevas inversiones industriales tendría que haber venido en gran parte de la agricultura de exportación, una proporción creciente de las divisas requeridas para las importaciones extra regionales de materias primas y bienes de capital tendrían que haber sido proporcionadas por exportaciones industriales extra-regionales, y una diversificación agrícola debió haberse perseguido a expensas de la agricultura de exportación para impedir que tanto los bienes salarios para la fuerza de trabajo urbana en expansión y la materia prima para la industria se volviera demasiado dependiente de las importaciones. Tal modelo, de haberse implementado exitosamente, habría terminado con la dominación económica, social y política de la oligarquía terrateniente vinculada a la agricultura de exportación. El modelo fue, por lo tanto, excluido por considerársele políticamente irrealista por aquellos que diseñaron el Mercado Común; en cambio, el Mercado Común fue injertado en el modelo tradicional basado en las exportaciones sin desafiar la hegemonía de los exportadores agropecuarios. En esta manera, fue asumido (correctamente), que los grupos tradicionales de presión no se opondrían a la formación del Mercomún.

El modelo híbrido de desarrollo implicó que la industria debía de depender de las divisas generadas en el sector exportador tradicional, lo que requirió incentivar la producción tradicional de exportación. Esto redujo, lógicamente, la existencia de un excedente agrícola para ser canalizado a la industria. En resumen, las políticas económicas siguieron favoreciendo a la agricultura de exportación, lo que impidió una mayor diversificación del sector agrícola.

Bulmer-Thomas sostiene que las nuevas tarifas impuestas a partir del Mercomún establecían impuestos bajos para la importación de bienes intermedios y de capital; además, la tasa efectiva de protección para la agricultura de exportación, aunque negativa, era tan baja que no implicaba ningún sesgo en contra de las exportaciones agrícolas. Los cambios en los impuestos de exportación favorecieron las exportaciones y ayudaron a compensar la apreciación de la tasa de cambio. El mayor impulso, sin embargo, señala el autor citado, provino de las políticas monetarias y crediticias; es decir, las exportaciones agrícolas recibieron una fuerte parte de la asignación crediticia global, concentrándose su asignación en café, algodón y azúcar.

A esto habría que agregar que el fomento de exportaciones tradicionales se vinculó con falta de apoyo a la producción interna, en especial, a la producción de granos básicos. En otras palabras, que la competencia por recursos de una agricultura de exportación en expansión, y las políticas económicas que la apoyaban, son la principal causa del deterioro de la producción alimenticia interna.


Apéndice 2

Medidas de politica establecidas en el programa de estabilización
económica II (1987) firmado entre el gobierno de Honduras y Estados Unidos

MEDIDA SITUACIÓN
1. Introducción del presupuesto base cero Remitida al congreso Nacional para su aprobación
2. Sistema de control presupuestario Esfuerzo para ampliar control presupuestario de empresas descentralizadas
3. Análisis de eficiencia operacional y económica Acciones para medir la eficiencia de empresas descentralizadas
4. Adopción de medidas correctivas Evaluación integral de empresas descentralizadas
5. Promover aprobación de ley de municipalidades Proyecto remitido al Congreso Nacional
6. Privatización Se ha aprobado la privatización de 7 empresas, preparándose otras más
7. Evaluación y análisis del sistema tributarlo Se iniciaron las gestiones para hacer un estudio completo sobre el tema
8. Seguimiento del nuevo sistema aduanero Elaboración de reglamentos de las siguientes leyes: Ley de Aduanas, Ley de valoración aduanera de las mercancías y la Ley de Régimen Arancelario y Aduanero
9. Racionalización del actual sistema de exención de Impuestos Derogación de derechos arancelarios de importación de varias leyes y decretos
10. Introducción de peaje Ha sufrido demora ya que el Congreso no lo ha aprobado
11. Continuación del mejoramiento del sistema administrativo de los tributos Se ha mejorado la calidad y nivel de las recaudaciones
12. Racionalización de los servicios prestados por las empresas públicas al gobierno central La Dirección General de Crédito Público ha elaborado los documentos técnicos en ésta dirección
13. Reducir las preferencias otorgadas al sector público en materia fiscal y monetaria Se están realizando las tareas para cumplir con el objetivo
14. Seguimiento de las leyes de incentivos a las exportaciones Buscar la reglamentación e implementación de las siguientes leyes:

-ley de fomento de exportaciones

-régimen de Importación temporal

-ley constitutiva de las zonas industriales de procesamiento para exportaciones

-ley de incentivos a la industria bananera

15. Evaluación periódica de las exportaciones y competitividad en precios Se elaboraron dos estudios para recoger la información necesaria en la toma de decisiones
16. Establecimiento de un centro de información para el inversionista El Ministerio de Economía organizó el Centro de Información para el Inversionista
17. Investigación y racionalización del marco legal para la inversión Se busca informar al pequeño y mediano empresario sobre los beneficios de nuevas leyes
18. Promoción de mercado de capitales Se emitió el reglamento de la bolsa de valores
19. Análisis de la protección efectiva arancelarla existente y recomendaciones para reducción del promedio y del grado de dispersión de los niveles de tarifa

Se midió la protección efectiva del arancel actual
20. Promover la Inversión privada en el sector agropecuario para aumentar la producción y el empleo Estudiar la situación del sector agropecuario para analizar los riesgos de la inversión privada
21. Continuar con el establecimiento del sistema de la carrera judicial Se aprobó el reglamento de la ley de la carrera y se realizaron otras actividades al respecto
22. Continuar con la renegociación de la deuda externa La Comisión Renegociación continuó realizando esfuerzos para lograr un acuerdo satisfactorio
23. Continuar con las negociaciones con el FMI y el Banco Mundial Se han continuado negociaciones con el FMI y se firmó un préstamo de ajuste estructural con el Banco Mundial

[Fuente: Memoria del Ministerio de Hacienda, 1988]

[Fuente: Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), Boletín Informativo Especial Nº 45 - mayo 1990, Tegucigalpa, D.C., Honduras, 1990]

Notas:

1. Profesor-Investigador del Postgrado Centroamericano en Economía y Planificación del Desarrollo de la UNAH. Agradezco los valiosos comentarlos y sugerencias de lan Walker y Rafael Del Cid, como de costumbre, la responsabilidad es exclusiva del autor. [Back]

2. Aunque existen diferentes interpretaciones en la forma de determinar los periodos económicos, en nuestro caso se interpreta el corto plazo de 1 a 2 años, el mediano plazo de 2 a 5 años y el largo plazo para periodos superiores a 6 años. [Back]

3. El control de los salarios obedece a la necesidad de eliminar presiones inflacionarias adicionales en la economía. Como se verá adelante, este aspecto puede darse en el caso concreto de Honduras. [Back]

4. Lichtensztejn y Baer (1987:74). [Back]

5. Teóricamente ningún defensor del ajuste estructural se opondría a una sustitución eficiente de importaciones; sin embargo, en la práctica los recursos escasos para el desarrollo se asignan preferentemente a las exportaciones. [Back]

6. Es importante reconocer que las contradicciones creadas por la intervención del Estado en la economía han provocado la critica desde diferentes posiciones. Tanto los neoliberales, estructuralistas y marxistas han criticado la intervención estatal, aunque con diferentes enfoques y conclusiones. Lo que si se muestra imperativo es la discusión profunda y seria del papel del Estado como agente económico, principalmente del Estado periférico. [Back]

7. The World Bank (1989: 1). Subrayado nuestro. [Back]

8. Formalmente hablando el ajuste estructural sólo plantea la privatización de las empresas ineficientes; en la práctica, no obstante, el argumento es extendido a todas. [Back]

9. Los conflictos sociales provocados en los países en donde se aplicaron programas de estabilización y/o ajuste (República Dominicana, Venezuela, Argentina) generó la inserción en los nuevos programas de subsidios focalizados, es decir, hacia aquellos grupos de menores ingresos y políticamente más activos. [Back]

10. El concepto de elasticidad, en este caso elasticidad precio, de las importaciones se refiere a los cambios en las importaciones como resultado de cambios en los precios. [Back]

11. Los Certificados Transferibles con Opción a Divisas (CETRAS) son el mecanismo mediante el cual el gobierno anterior inició el proceso de devaluación del lempira al autorizar un mercado paralelo. [Back]

12. Un sistema tributarlo es regresivo cuando pagan más los que menos ingresos reciben y pagan menos los que más ingresos reciben. [Back]

13. En Honduras en las últimas décadas cerca de tres cuartas partes de los impuestos han sido indirectos. Veáse Noé Pino (1089). [Back]

14. Cerna y Valladares (1989). [Back]

15. Es de hacer notar que los "paquetazos" de impuestos no son nuevos para los hondureños, se tuvieron entre tres y cuatro durante los últimos dos gobiernos. [Back]

16. La ANDEPH es la Asociación Nacional de Empleados Públicos de Honduras tiene que velar, entre otras cosas, por la estabilidad laboral de sus afiliados. El gobierno en los primeros dos meses de su mandato ha logrado establecer una ANDEPH paralela. [Back]

17. Esto contrasta con la perspectiva de los defensores del ajuste que señalan que el agotamiento es del proceso de industrialización sustitutiva. [Back]

18. Lichtensztejn y Baer (1987:206). [Back]

19. El Vice-ministro de Economía recientemente admitió que cuando se liberan los precios, los comerciantes llevan de 200 a 400 por ciento de aumento en los productos. (Diario Tiempo 16/4/90). [Back]

20. No deja de ser contradictorio que en un programa de ajuste estructural se tengan que otorgar permisos de exportación. En el fondo es un reconocimiento de que los mercados no son tan perfectos y que si no lo hacen la fuga de capital puede ser muy fuerte. [Back]

21. También habría que tomar en consideración el incremento de la tasa de interés que probablemente acompañará la liberación financiera, de darse ésta última. [Back]

22. Hay que recordar que en Honduras el 20 por ciento de la población recibe el 70 por ciento del ingreso. [Back]



BIBLIOGRAFÍA

  • CEPAL. "Centroamérica: Bases para una Política de Reactivación y Desarrollo" Revista de la CEPAL. No.28 abril 1986.
  • Cerna, Nohemy y Valladares, Edmundo. "Análisis de la situación económica de Honduras" en Estudios Monetarios y Financieros de Honduras IV. Banco Central de Honduras, Teguclgalpa 1989.
  • Bulmer-Thomas. The Political Economy oí Central America since 1920. Cambridge University Press. 1987.
  • Lichtensztejn, Samuel y Baer, Mónica. Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial. Estrategias y Políticas de Poder Financiero. Editorial Nueva Sociedad, Caracas 1987.
  • Noé Pino, Hugo. "Déficit fiscal y estructura tributarla en Honduras". Análisis Económico. Boletín del Postgrado Centroamericano en Economía y Planificación del Desarrollo. No.2 marzo 1989.
  • The World Bank "Adjustment Lendlng. An Evaluation of Ten Years of Experience" Country Econo-mlcs Department, Washington, D.C. 1990.

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