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04ene06


Denuncian que la policía infiltró marchas contra Bush.


Policías neoyorquinos de civil se infiltraron en marchas en las que a veces provocaron disturbios para generar arrestos o filmaron con objetivos de vigilancia a manifestantes contra la guerra de Irak o contra el gobierno de George Bush, según surge de una serie de grabaciones de video a las que accedió The New York Times.

Las imágenes revelan la robusta presencia de policías de civil infiltrados en siete actos públicos desde agosto de 2004. Además de reunir información, se observa que algunos de los policías de civil también manipulan el desarrollo de los acontecimientos o provocan a los manifestantes. Por ejemplo, en una manifestación del año pasado durante la Convención Nacional Republicana, el simulacro de detención de un hombre que en realidad trabajaba para la policía derivó en un fuerte choque entre la policía antimotines y los manifestantes.

El caso se conoce cuando crecen las protestas contra la estrategia de Bush en su combate al terrorismo y el polémico espionaje policial sobre comunicaciones domésticas e internacionales de estadounidenses sospechados de lazos con el terrorismo. En su defensa, Bush admitió haber permitido que la Agencia de Seguridad Nacional espiara sin orden judicial llamadas internacionales o e-mails y negó que fuera una práctica ilegal. Pero varios jueces y constitucionales discrepan y replican que el gobierno viola garantías constitucionales. Incluso un juez del tribunal que supervisa el sistema federal de vigilancias sobre comunicaciones renunció hace dos semanas en desacuerdo con el presidente. Demócratas y republicanos quieren que una comisión especial decida si Bush violó la ley.

El conjunto de las medidas policiales que se conocen ahora también levantan críticas y sospechas de ilegalidad. Hasta el 11 de septiembre, la vigilancia secreta de actos públicos era una de las facultades policiales más limitada, desde las legendarias marchas nacionales contra el racismo o en protesta por la guerra de Vietnam en los años 60 y 70.

Al presentársele las imágenes, el principal vocero del Departamento de Policía, Paul J. Browne, no desmintió que en ellas se veía a policías. Los activistas, sin embargo, sostienen que los infiltrados provocan disturbios.

Eileen Clancy, una analista de videos forense, seleccionó las grabaciones de un archivo no oficial de filmaciones civiles y policiales y entregó las cintas al Times. Sobre la base de declaraciones de esas personas, el diario concluyó que en las marchas hubo al menos diez policías de civil.

Tras los atentados de 2001, las facultades policiales se ampliaron. En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg convenció a un juez federal de ampliar las atribuciones de la Policía para investigar a grupos políticos, sociales y religiosos. "Vivimos en un mundo más peligroso", declaró el Jefe de Policía Raymond Kelly. Antes de eso, eran muy pocas las actividades políticas que la Policía investigaba secretamente, lo cual era consecuencia de una demanda que en 1971 acusó a la ciudad de abusos en tareas de vigilancia durante los 60.

Las grabaciones que con mayor claridad revelan la presencia de policías de civil son las de agosto de 2004 en adelante. No se sabe con certeza qué pasaba antes.

Entre las concentraciones en las que hubo vigilancia se encuentra una bicicleteada mensual llamada Masa Crítica, que no organiza ningún grupo en particular, que busca impulsar la bicicleta como medio de transporte. En una grabación se ve a un hombre en camiseta que pedalea junto a otros ciclistas. Al llegar a un bloqueo policial, la policía empieza a esposarlos. El hombre de la camiseta le dice a un uniformado: "Estoy de servicio". Este dice a otro: "Louie, está tapado". Un segundo agente llega y se lleva al hombre de la camiseta a una cuadra de distancia, donde vuelve a subirse a su bicicleta y se aleja.

Otra detención falsa cambió la dinámica de una marcha el 30 de agosto de 2004, durante la Convención Republicana, cuando un teniente de policía quiso detener a un manifestante rubio. Ante la oposición de otros marchistas, policías de casco y armados con bastones cargaron contra la multitud y detuvieron a por lo menos otras dos personas. En un video se ve que el rubio habla luego tranquilamente con el teniente. Se había filmado al mismo hombre rubio un día antes, en otra marcha, tratando de irritar a la gente que pasaba.

Hace mucho que los tribunales federales sostienen que policías infiltrados pueden observar actividades políticas con un "objetivo legítimo". En una demanda de 1971, la ciudad admitió que la Policía había usado infiltrados y falsos periodistas para espiar a defensores de los derechos civiles, gremialistas y grupos negros. Un ex jefe de policía señaló que los archivos del departamento contenían un millón de nombres de grupos y personas, es decir, más datos que en un programa de espionaje del ejército que entonces abarcaba todo el país.

El 12 de septiembre de 2002, el subjefe policial de inteligencia, David Cohen, declaró que no debía exigirse a la policía tener "indicios específicos" de un delito antes de investigar. "En casos de terrorismo, esperar a tenerlos es esperar demasiado", escribió.

Al acceder a la solicitud de la ciudad, Charles S. Haight, un juez federal de Manhattan, dictaminó que los riesgos del terrorismos eran "lo suficientemente peligrosos como para justificar cualquier costo en relación con la Primera Enmienda".

[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 04ene06]

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