Decisión judicial
Equipo Nizkor
        Tienda | Donaciones online
Derechos | Equipo Nizkor       

05feb19


El Gobierno garantiza que no habrá negociación al margen de la Constitución


 Catalunya ha vuelto a ser, una vez más, la protagonista del primer pleno de control en el Senado en el periodo de sesiones que ahora se inicia, con preguntas desde la mayoría de los grupos parlamentarios, con los presupuestos y el inicio del juicio por el 1-O como telón de fondo.

Desde el PP hasta Bildu, pasando por el PDECat, todos han recurrido a Catalunya para hacer oposición al Gobierno de Pedro Sánchez, cosa que obligó a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, pero sobre todo al titular de Exteriores, Josep Borrel l, a quien dirigieron la mayoría de las preguntas, a emplearse a fondo y garantizar una vez más que “no habrá negociación al margen de la Constitución” con los independentistas.

Desde el PP, la crítica fue por la posibilidad de que el Gobierno admita la figura de un mediador en la mesa del diálogo de partidos en Catalunya aunque Calvo rechazó ese término, y habló de un relator. Comenzó el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, que acusó al Ejecutivo de Sánchez de “ceder a una mesa de partidos exigida por los independentistas a cambio de la aprobación de los Presupuestos”. No bastó con que la vicepresidenta negara cesiones y circunscribiera el diálogo al marco de la Constitución, Cosidó hizo sus conclusiones: los independentistas exigieron una mesa de negociación y un “gesto” hacia los dirigentes catalanes procesados por el 1-O.

El Grupo Popular considera que el Gobierno ya ha cedido a la primera condición y ha pedido a la vicepresidenta que desmintiera que está dispuesta a que hubiera “un verificador”. A juicio del PP, admitir esa figura es “reconocer que hay un conflicto internacional”, que “está dispuesto a vulnerar la Constitución” y, en consecuencia, “una traición a España”. De esta manera, Cosidó le ha emplazado a “rectificar por sentido de Estado, por lealtad y por dignidad democrática”.

Pero el verdadero debate lo ha mantenido el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, con las preguntas que le han dirigido por un lado el PP, en concreto la senadora Luisa Fernanda Rudi, y por el otro, los portavoces de PDECat, Josep Lluis Clèries, y de Bildu, Jon Iñarritu. El PP ha preguntado al ministro por su afirmación de que la política de diálogo con los independentistas no estaba dando frutos. En concreto, Borrell había dicho reconocer “el poco éxito de la política del ibuprofeno en Catalunya”. Los populares le han recordado dicha frase y le han exigido que explique por qué mantienen el diálogo y que se pretende con él.

En su respuesta, el ministro ha sido aún más contundente que la vicepresidenta: “El Gobierno no hará ninguna concesión fuera de la Constitución”. Eso sí, cree que todavía hay que dar tiempo a esas conversaciones: “El diálogo no ha dado los resultados esperados y habrá un momento en el que habrá que darlo por terminado”. Entonces, cuando se llegue a la conclusión de que los independentistas no quieren negociar y no pasan de exigir el “derecho a la autodeterminación, que es un supuesto e inexistente derecho a la secesión no reconocido en ningún lado”, habrá que suspenderlo, y suspender “la terapia del ibuprofeno, porque algunos son inmunes a la medicina”.

Y si el PP ha querido acorralar al Gobierno por ceder, desde el mundo independentista lo que se le ha criticado es la inmovilidad del Ejecutivo, así como que los políticos catalanes sigan procesados. El inicio del juicio del 1-O y la campaña iniciada por la Secretaria de España Global, antes Marca España, han sido los principales argumentos.

Clèries, que ha puesto en duda la calidad democrática de España por admitir que la “extrema derecha” sea acusación en el juicio y porque no se hayan permitido “observadores internacionales”, ha calificado la campaña de España Global de “pura propaganda” y ha añadido que en España no se respetan los derechos humanos de los presos, ni los derechos de los catalanes. Para reforzar su crítica, el senador del PDECat ha recuperado las palabras que Pedro Sánchez dedicó al presidente venezolano Nicolás Maduro al reconocer como presidente interino a Juan Guaidó. El presidente del Gobierno sentenció entonces que el que reprime el pueblo y tiene presos políticos “no es un socialista, es un tirano”.

Pero ha sido con el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, con quien ha mantenido el debate más agrio. En su primera intervención, el ministro de Exteriores ni le ha respondido. Sin embargo, Borrell ha sido más duro al insistir el senador vasco en la acusación de tener “presos políticos y a un presidente del Gobierno en el exilio”, y de no respetar los derechos humanos y de volver a aplicar la Inquisición contra los políticos catalanes, propio de un gobierno “autoritario y poco dialogante”.

El ministro le ha quitado legitimidad al portavoz de Bildu para hablar de ataques a los derechos humanos o hacer apelaciones al diálogo, “cuando su partido es la continuidad del antiguo brazo político de ETA”. “¡Que usted me de ahora lecciones de respeto a los derechos humanos, viniendo de donde viene, y representando a quien representa!” no lo va a tolerar, porque soportar esas cosas “está en el sueldo, pero hay límites a la crítica política”, ha concluido.

[Fuente: Por Carmen del Riego, La Vanguardia, Barcelona, 05feb19]

Tienda Donaciones Radio Nizkor

DDHH en España
small logoThis document has been published on 05Feb19 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.