Muertos en Falsos Enfrentamientos
23 de Agosto de 1984

JUAN JOSÉ BONCOMPTE ANDREU

Juan José tenía 20 años al momento del golpe militar. En ese entonces estudiaba en la Escuela de Economía de la Universidad de Chile. Era el segundo de cuatro hermanos, hijos de un matrimonio formado por inmigrantes españoles. Su padre muere cuando el sólo tenía cuatro años de edad y su madre educó con mucho esfuerzo a sus cuatro hijos.

Juan José, al igual que todos sus hermanos, se educó desde kinder a 6º año de Humanidades en el Colegio Hispanoamericano.

De carácter inquietó, simpático, sensible, de fácil comunicación, pronto se destaca como líder estudiantil. En el año 1969 forma el primer Centro de Alumnos de su colegio y participa en los trabajos voluntarios organizados por los estudiantes secundarios en la zona de Rupanco. Sus hermanos lo recuerdan como un joven alegre, optimista, de fácil contacto, amigo de sus amigos, de su familia y con un profundo interés social.

Desde pequeño se muestra independiente, con gran iniciativa y fuerza de voluntad. Sus compañeros de estudios lo reconocerán rápidamente como un líder nato.

"...Pepe era una de esas personas que se hacía notar: de fácil contacto, caluroso, alegre y con dotes de líder, un orador de fuerza e intuitivo, preparaba poco o nada sus intervenciones, con un compromiso profundo con la lucha popular y revolucionaria...." (1)

En 1972 egresa de la enseñanza media y entra a estudiar Economía y Ciencias Políticas simultáneamente, en la Universidad de Chile. En la universidad fue miembro del FER (2) y posteriormente militante del MIR, destacándose en el plano estudiantil por su permanente interés en el estudio y la formación política.

"...Su gran actividad en esos años lo llevó a ser reconocido como dirigente por sus propios compañeros de la facultad: en 1973 fue elegido delegado al Consejo de Delegados de la Nueva Facultad de Economía de la Universidad de Chile; ya antes había sido candidato a vocal de la FECH en la lista FER."

Es detenido en diciembre de 1974 junto a otros dos compañeros de la Escuela de Economía permaneciendo alrededor de 3 semanas en la Villa Grimaldi, siendo liberado gracias a la denuncia internacional realizada por él y sus dos compañeros, todos ellos de doble nacionalidad.

En enero de 1975 sale al exilio; primero España y luego Francia donde trabaja en diversos oficios, obrero de la construcción, proyectador de cine, al mismo tiempo que reanudaba sus estudios en economía.

Aquellos que lo conocieron en el exilio lo recuerdan siempre alegre, optimista, esforzado, trabajando permanentemente por la solidaridad con Chile, siempre pensando en volver.

"...Dejé de verlo por muchos años después que viajó al exilio y . una vez nos encontramos en Francia. Seguía siendo el mismo: alegre, comunicativo, cariñoso, leal, buen amigo y con su compromiso intacto, soñando con la vuelta a su Patria y muy consciente de la necesidad de su aporte. Había desempeñado oficios múltiples y continuaba sus estudios; a pesar de ser esencialmente un hombre de acción, la pasión por algunos temas (los mapuches y su historia, las experiencias de las revoluciones Cubana y Vietnamita...) lo llevaban a profundizar seriamente y con dedicación; se convertía en un lector ávido y en un estudioso sistemático..."

Nunca dejó de comunicarse con su madre y hermanos, al comienzo regularmente, luego más espaciadamente. En 1980 nace su primer hijo, Jaime José, y en esa oportunidad escribe a su madre ."...Mamá, tengo una gran noticia; te mando un mechón de pelo de mi primer hijo...".

Vuelve a Chile a mediados de 1983 y un tiempo después viaja al sur, a Valdivia, junto a su compañera, asumiendo nuevas tareas militantes, aportando a su trabajo todas sus capacidades, conocimientos y energías.

Su compañera, Inés Díaz Vallejos, lo recuerda como un estudioso infatigable, gran lector, amante de la música, bondadoso por naturaleza, compartiendo su tiempo entre las tareas militantes y los compromisos domésticos; preocupado por el futuro del hijo por nacer y que no conocería.

"...Lo vi, por última vez, a comienzos de 1983 en un encuentro casual. Recordaba con cariño y amor a su pequeño hijo, me habló con pasión de los niveles crecientes de la lucha contra la dictadura, lo que abría nuevas perspectivas; de la necesidad del aporte de todos los exiliados, del regreso. Nos deseamos suerte, un fuerte abrazo y nos separamos. No fue hasta aquel lluvioso agosto de 1984, ya en Chile, que supe de él: la dura noticia de su muerte en Valdivia, de su compañera embarazada y arrestada. Estoy seguro que cayó en plena conciencia y consecuencia con sus ideales y, por lo mismo, como un ejemplo más que no morirá. Que la risa, la amistad, el calor, la lealtad, el gozo de vivir sean asociados a su nombre. Así lo conocí, así lo recuerdo..."


1. Palabras de un compañero de estudios y amigo de Juan José B

2. Frente de Estudiantes Revolucionarios.


Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor- Derechos Human Rights el 18mar02
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