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Auto Derechos

Auto respondiendo a la solicitud del Crown Prosecutor Service y por el que se informa de los incidios contra Augusto Pinochet Ugarte que constan en la causa.

Madrid, 24 de diciembre de 1998.


Procedimiento: Sumario 19/97

Terrorismo y Genocidio

CHILE-OPERATIVO CONDOR"

JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN NÚMERO CINCO

AUDIENCIA NACIONAL MADRID


AUTO

En Madrid, a veinticuatro de Diciembre de mil novecientos noventa y ocho.


HECHOS

ÚNICO.- En fecha 23 de Diciembre de 1.998 se ha recibido comunicación del Crown Prosecutor Service, en la que solicita les sean enviados más particulares de los Tratados Penales del Senador Pinochet en Chile.

En fecha 10.12.1998, se ha dictado Auto de Procesamiento contra Augusto Pinochet Ugarte.


RAZONAMIENTOS JURÍDICOS

PRIMERO.- El Art., 13 del Convenio Europeo de Extradición de 13 de Diciembre de 1.957, prevé la posibilidad de suministrar información complementaria a petición de la parte requerida.

En este sentido, ya se ha remitido el testimonio del Auto de procesamiento de fecha 10.12.1998, y del Auto sobre no prescripción de los delitos por los que se reclama la extradición de fecha 18.12.98 cuyo contenido se da aquí por reproducido.

Ahora para dar cumplimiento específico a la petición de la parte requerida y, sin perjuicio de suministrar aquéllas otras evidencias que se solicitan y consten en la causa procede establecer lo siguiente:

1.- De los testimonios -declaraciones testificales, documentos escritos y sonoros- existentes en la causa se constata indiciariamente que con carácter previo al día 11 de Septiembre de 1.973, el procesado Augusto Pinochet Ugarte a la sazón Comandante en Jefe del Ejército Chileno, planea en unión de los demás responsables máximos de las otras Armas y del Cuerpo de Carabineros, no sólo el Golpe Militar que persigue, como finalidad la destitución y muerte del Presidente Constitucional Salvador Allende, cosa que consigue; sino también la eliminación sistemática de personas en función de su liderazgo de las diferentes áreas sean culturales, laborales, sociales, religiosas o políticas; o su neutralización personal y política, a través de actos violentos fruto de la conspiración urdida y que se plasman en la detención, secuestro, desaparición forzada, torturas y muerte.

2.- Todos estos actos de preparación y planificación se desarrollan al menos en parte, con carácter previo al alzamiento militar en virtud de aquel pacto conspirativo que se evidencia:

a) Por todas las reuniones previas entre los responsables a cuyo frente se halla Augusto Pinochet y que se desarrollan para hacer triunfar aquél en forma perfectamente coordinada y eficaz.

b) Por el hecho de que antes de aquella fecha ya se habían producido casos de tortura y ejecuciones de personas, por acción de personal militar, tal como se constata en los indicios que después se relacionan.

c) Por el hecho de que las detenciones, desapariciones, torturas y ejecuciones en forma calculada y sistemática, comienzan en todo el país en forma simultánea al desarrollo del golpe militar el día 11/9/1973, y recaen sobre personas perfectamente identificadas con sus datos y circunstancias plasmadas en listas elaboradas por los responsables militares y entregadas en sobres cerrados a los de cada unidad para abrir y ejecutar su contenido en el mismo momento siguiendo el criterio de obediencia general a la Orden Militar Conjunta antes referida.

d) Porque, previamente al día 11 de Septiembre de 1.973, se habían dado las órdenes oportunas e invertido los fondos públicos necesarios para la adquisición, colocación de los aparatos de tortura que comienzan a utilizarse en esa fecha en forma generalizada sobre las víctimas.

e) Asímismo, los centros clandestinos de detención y tortura están seleccionados y con perfecta distribución se utilizan desde el mismo momento del "Golpe Militar".

f) También se halla previsto el sistema de desaparición de personas, a través de la ocultación de sus cuerpos en lugares no identificados de modo que se impide la recuperación del cadáver, o, saber si está muerto o secuestrado.

3.- El propio Augusto Pinochet Ugarte, en el texto "El Día Decisivo" escrito por él, reconoce que desde hacia tiempo venía preparando el pronunciamiento militar.

4.- El General Lagos reconoce la existencia de documentos en los que se recogen listados de personas a eliminar elaborados por los Servicios de Información.

5.- El Sr. Pinochet Ugarte, como Comandante en Jefe del Ejército y miembro de la Junta Militar de Gobierno se hace con el poder en Chile en la noche del día 11.9.73 si bien sólo es nombrado Jefe del Estado; -como consta en los autos proponiendo la extradición de fecha 3.11.98 y procesamiento de 10.12.1998-, en Diciembre de 1.974,

SEGUNDO.- Los testimonios y datos en los que se apoyan lo expuesto en el razonamiento anterior y que tienen carácter de indicios (evidencias) a los efectos del art. 384 de la LECrm. (auto de procesamiento) son los siguientes, sin ánimo exhaustivo, sino selectivo, en razón de su importancia y trascendencia.

1. El testimonio escrito en el libro, unido a la causa, El Día Decisivo. 11 de septiembre de 1973 de Augusto Pinochet Ugarte.

En él se afirma:

<<pág. 78 (…) no quedaba otro camino que continuar realizando secretamente la planificación que estudiábamos. (se refiere al desarrollo de los preparativos del "golpe militar")..

-ΏEn qué momento el Ejército comenzó a prepararse para tomar la iniciativa?.

(…)

el día 23 de Junio de 1972 emití una Circular destinada a ocho de los organismos del Estado Mayor General.

(…)

El primer paso que se debía dar consistía en transformar paulatinamente la concepción defensiva del Plan de Seguridad Interior en otra de carácter ofensivo. Para no despertar sospechas, era preciso diseminar el trabajo entre varios grupos y realizar lentamente la elaboración de los documentos.

(…)

resolví el día 9 de julio ampliar esta planificación

(…)

elaboré un nuevo Memorándum destinado a encauzar ahora los trabajos de planificación total en forma muy directa y con carácter ofensivo, y estableciendo la actitud que, llegado el momento, adoptaría el Ejército.

(…)

me limité a enviarlo sólo a las Direcciones de Operaciones e Inteligencia y, previa incineración de los calcos, dejé la tercera copia en la Caja de Seguridad de la Secretaría del Estado Mayor General del Ejército. Con este paso se iniciaba prácticamente un cambio total de actitud en los planes de seguridad, pues de una posición defensiva y de control, pasábamos ahora a una de carácter ofensivo para ocupar y actuar, no sólo en la capital, sino hacia cualquier zona a lo largo de Chile.

Pág. 79

(…)

Siempre consideré que para el éxito de toda acción destinada a liberar al país del comunismo necesitaba tener a mi favor dos elementos indispensables.

El primero era disponer de tiempo suficiente para preparar la operación con todo detalle en cuanto a medios, documentos e información, a fin de poder actuar rápidamente,

(…)

Lo segundo consistía en el secreto, elemento fundamental para producir sorpresa

(…)

Para realizar el primer punto me fijé un plazo de un año a partir de agosto de 1972. Y para satisfacer el encubrimiento consideré que el trabajo debía ser compartimentado a fin de que sus ejecutantes no percibieran su verdadera finalidad.

Pág. 82

(…)

la revolución debía ser preparada en un círculo muy cerrado y sólo con personas de nuestro Ejército, sin mezclar a nadie más ni siquiera a título de información.

(…)

Pág. 87

El 28 de mayo, en una reunión con los Generales del Ejército, poco antes de que llegara de regreso el Comandante en Jefe titular, emití bajo mi firma una "Directiva de Seguridad Interior del Comandante en Jefe del Ejército", documento que contenía el Plan de Seguridad Interior.

(…)

Las medidas consultadas debían adoptarse sujetas a dos condiciones fundamentales. En primer lugar, el Plan vigente no podía cambiar hasta que el nuevo documento estuviese completamente difundido en todos los escalones.

(…)

En segundo lugar, la acción indicada en la nueva Directiva no podía realizarse aisladamente o carente de sincronización con el conjunto,

(…)

Por lo tanto, era requisito previo y necesario al comienzo de la revolución, el alertar a todas la Unidades del País,

(…)

Era, pues, fundamental, que todas las tropas del Ejército de Chile reaccionaran ante una sola orden.

(…)

La primera medida que se debía adoptar en los Cuarteles Generales,

(…)

era que todos los trabajos preparatorios se hicieran con máxima discreción, pues no podía filtrarse información alguna hacia fuera.

Pág. 88

(…)

Para evitar cualquiera filtración, se continuó empleando el sistema de trabajar sectorialmente materias que en apariencia no tenían relación entre sí, pero que reunidas en el momento determinado configuraban la acción total. De esta manera, cada grupo conocía sólo su parte. Además, se tomó toda clase de precauciones con quienes tenían participación en estas actividades, y que en principio debían realizarse con un mínimo de personas y todas de absoluta confianza.

(…)

Debo señalar que gracias a estas precauciones de encubrimiento, el trabajo de planificación se mantuvo hasta su término en el más absoluto secreto.>>

Por tanto sólo los que dirigen la conspiración militar, a cuyo frente se halla Augusto Pinochet Ugarte, tienen conocimiento completo de la situación e imparte las ordenes que los inferiores ejecuta.

2. En la transcripción del texto, "Orlando Letelier: Testimonio y vindicación", grabado también en cassette, que fue aportado a la causa por Fabiola Alicia Letelier del Solar el 4.12.97, el propio Orlando Letelier, Ministro de Defensa cuando acontece el "golpe", dice:

<<(…)

durante el almuerzo del día 10 (de septiembre de 1973) yo comenté con el Presidente (Allende) que tenía incoados trece sumarios en temas de las fuerzas armadas. (…) Había algunos (sumarios) que guardaban relación con la situación de la Marinería. (…)la insistencia de estos marinos y particularmente de sus familias, de que habían sido sometidos a tortura (…) incluso había una carta que le habían mandado prácticamente todos los familiares de los sesenta y tantos suboficiales y personal de tropa (…)

Con el Presidente habíamos considerado antes otras alternativas. Y finalmente habíamos llegado a la conclusión de que lo mejor era que fuera el propio Auditor General de la Armada el que hiciera esta investigación frente a todas las denuncias que estábamos recibiendo (…) a esta denuncia especifica de torturas y

(…)

en Lanera Austral (Punta Arenas, Magallanes), donde se había hecho un allanamiento bajo la dirección del general Torres de la Cruz, y había muerto un trabajador, se había asesinado a un trabajador.

(En Santiago) (…) se había desarrollado una gestión en las últimas horas, era en torno al allanamiento de la Fabrica Textil Sumar. Que ocurrió el viernes (7 de septiembre). En la noche (…) Pero allí tampoco había propiamente un sumario, sino una investigación se estaba recién iniciando ese día lunes (10).

(…)

desde los primeros días (de septiembre de 1973)

Pinochet me dijo

"Mire, Ministro, aquí hay una tropa de locos, de desequilibrados, que están planteando que es preferible que se produzca ahora una definición, y que mueran cien mil personas (…)".

(El lunes 10 de septiembre de 1973) (…) el almirante Poblete,

(…) con toda claridad allí (en la reunión de Almirantes me dijo:

"Mire, Ministro (…) hay muchas personas alrededor de esta mesa que están en una actitud conspirativa">>

Es decir se da cuenta de que ya había actos violentos por parte de los militares antes del 11.9.73 y que necesariamente debían ser conocidos y autorizados por los Conspiradores, entre los que se halla Augusto Pinochet.

3. En el Libro Memorias, el autor es Carlos Prats González, que después morirá junto con su esposa en un atentando ordenado presuntamente por Augusto Pinochet en Buenos Aires, indica (p. 599 y 600) que "el 13 de Abril de 1972 había llegado a la conclusión de que "la materialización del conflicto insuperable entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, será sin solución constitucional" luego agrega: <<Vino el 29 de Junio, el "tancazo", y como yo digo siempre, ahí estuvo la mano de Dios, aunque hay ateos que no creen; Dios me ayudó, me amplio la visión y el día 4 de Julio cambie mi planificación>>; por otra parte, <<el discurso ante los rotarios dijo:

Para ser más exacto y aprovechando que está aquí el general Benavides, el día 20 de Marzo de 1973 firmó un documento que le mandé, en el que estaban estudiadas las posibilidades políticas por las que atravesaba el país y llegamos a la conclusión en forma muy clara que ya era imposible una solución de carácter constitucional. El Ejército planificó en ese momento la forma de actuar. Se mantuvo en secreto y, a Dios gracias, fue muy bien guardado porque de otra forma ya no estaríamos mirando la luz del sol.

Fuimos ocho oficiales los que planificamos o que recibimos órdenes para llevarlo a cabo>>.

Queda clara la colusión con otros Jefes de las Fuerzas Armadas de Augusto Pinochet para resolver por la fuerza el conflicto e iniciar la actuación.

4. Para acreditar la existencia de una planificación conspirativa anterior es también sumamente ilustrativa la declaración de Sergio Poblete Garcés prestada en este procedimiento el veintisiete de Enero de 1998.

<< La cadena de mando se organizaba comenzando por el Comandante en Jefe, que es quien transmite las órdenes a sus subalternos, las ramas del ejército son otras más la policía, es decir el Ejército de Tierra, la Marina, la Fuerza Aérea y la policía. El más antiguo era el Ejército (…) Que por esta razón de antigüedad el Ejército de Tierra tiene primacía sobre las otras armas. Que el golpe de Estado fue organizado previamente al 11 de Septiembre de 1973. Que Pinochet como comandante en jefe dirigía el golpe de Estado.

(…)

Que el objetivo era asesinar al Presidente y todos aquellos que le acompañaban, y ningún mando podía hacer nada sin que Pinochet diera su orden.

El objetivo del ataque al palacio presidencial era asesinar al Presidente, pues el armamento del Ejército, tanques, etc., no era armamento defensivo. La Fuerza Aérea atacó con cohetes destructivos, por lo que el interior del palacio presidencial fue destruido y que la orden a los generales de las fuerzas armadas estaba planificado, la orden de torturas y los nombres de las personas que debían ser torturadas, y la orden la dio Pinochet y las otras Instituciones cumplieron las órdenes ya impartidas que dependían en última instancia de Pinochet.

El Comandante en Jefe de cada rama de las Fuerzas Armadas había impartido con bastante antelación a cada Jefe de Unidad las órdenes selladas, en las cuales estaban las cosas que debían hacer y las personas que debían ser detenidas y asesinadas, porque era gente que simpatizaba o dependía de las autoridades, director de escuela etc., gente que debía ser eliminada para atemorizar al resto de la población.

(…)

Que además de las instrucciones de torturas los Jefes de Unidades recibían una lista de ciudadanos que debían ser detenidos, torturados y asesinados.

(…)

Lo de las listas recibidas para detener, torturar y asesinar lo supo específicamente por un amigo que era Director de la Escuela de Artillería del Ejército, que era el Teniente Coronel Jaña, que estaba a cuatrocientos kilómetros de Santiago y recibía órdenes del comandante de la tercera división General Washington Carrasco, con sede en Concepción, y al ver la lista de las personas que debía de detener, torturar y matar, entre ellos había varios amigos, entonces él rehusó cumplir la orden, lo relevaron de su cargo (…) las torturas que él mismo había padecido por sus camaradas del Ejército por no haber cumplido las órdenes que figuraban en el sobre.>>

5.- Es igualmente interesante, el testimonio prestado por Juan Garcés prestado el día 24.12.98 que en forma clara y concisa, como testigo de los hechos, -era asesor personal de Salvador Allende el 11.9.73- expone lo siguiente:

<< Preguntado si puede relatar brevemente la relación y, por tanto, conocimiento, que tuvo con el momento histórico al que se refiere parte de este Procedimiento en cuanto a los hechos que ocurrieron el 11.9.73, fechas inmediatas y posteriores, en lo que se refiere a los posibles movimientos por parte de los querellados, en particular del querellado AUGUSTO PINOCHET UGARTE, para la preparación, desarrollo y ejecución del golpe de Estado en Chile contra el Presidente constitucional SALVADOR ALLENDE, así como cualesquiera otras actividades de conspiración y preparación de lo que después fue algo generalizado y previamente algunos hechos aislados sobre detenciones, desapariciones, torturas y eliminación física de personas, y manifiesta:

Que en su condición de especialista en ciencias políticas fue invitado en julio de 1970 por el entonces candidato a la Presidencia de la República, doctor Salvador Allende, a ser su asesor personal en cuestiones políticas y, tras ser elegido presidente el 4.9.70, le pidió que continuara en esa función de confianza personal suya, lo que tuvo lugar hasta el último día de su vida.

Quiere añadir que va a relatar algunos hechos de los que tuvo conocimiento directo y, en particular, empezará indicando que el Chile de 1970-73 era una democracia participativa, de las más participativas del mundo en aquél entonces y que, tras la elección del Presidente Allende por sufragio universal directo en elección ratificada por el Congreso Pleno de Chile en octubre de 1970, el país fue sometido a un plan que el WILLIAM COLBY denominó "desestabilización" que buscaba destruir las bases sociales y políticas democráticas que sustentaban la democracia participativa en Chile.

Este plan global de desestabilización tuvo muchas dimensiones (económicas, diplomáticas, nacionales e internacionales) pero va a limitarse el declarante en este momento y aquí a aquellas dimensiones de carácter criminal que pueden tener interés directo con el objeto de esta investigación.

La conspiración integrante de este plan global de desestabilización fue desarrollándose a lo largo de los tres años y perfilando un objetivo que buscaba encontrar la manera de asesinar masivamente y aplicar la tortura como método de gobierno sobre el conjunto de la sociedad. Este objetivo de carácter criminal fue considerado como un medio para alcanzar el fin político que era privar a la sociedad chilena y a sus ciudadanos del derecho de autodeterminación democrática para elegir su forma de gobierno y para elegir, democráticamente, en elecciones libres, su sistema económico interior.

El móvil para llegar a establecer este sistema criminal de gobierno mediante asesinatos y torturas sistemáticas era específicamente destruir la forma representativa de gobierno en el país y ello presuponía en el Chile de 1973 matar al Presidente de la República y a los líderes representativos partidarios de la forma representativa de gobierno, es decir, líderes que representaban a más del 60 por ciento del total de la población. En esa conspiración AUGUSTO PINOCHET UGARTE ocupa un papel singular a partir de principios de 1972 en que fue designado Jefe de Estado Mayor del Ejército, puesto que ere el Segundo en la cadena de mandos y que tenía por encima de él al Comandante en Jefe del Ejército, entonces el General Carlos Prats, y al Presidente de la República, al que la Constitución atribuía la función de Generalísimo de las Fuerzas Armadas.

La estructura del Ejército de Chile era extraordinariamente jerarquizada, en la que tenía efectiva vigencia el principio de la "verticalidad del mando", y solamente en la medida que el alto mando diera las órdenes oportunas podía darse que el conjunto de las Unidades del Ejército a lo largo del territorio nacional se pusieran simultáneamente a secuestrar, torturar y asesinar personas.

Preguntado por SS que si ello quiere decir que, en base a esa verticalidad y principio jerárquico rígido era imposible que cualquier mando inferior al Jefe inmediato superior y al Jefe comandante del Ejército pudiera hacer algo independientemente de esa estructura militar, manifiesta que categóricamente sí, porque, como ejemplo, cuando en aproximadamente abril de 1972 hubo un atentado cuyos orígenes últimos se encontraron fuera del país, que costó la vida a un ex-ministro de la democracia cristiana, el Sr. Pérez Zujovich, el Presidente Allende dio órdenes de investigar inmediatamente y sancionar a los responsables de ese atentado, que causó conmoción en el país, porque en toda la historia republicana, desde 1818, en Chile no había habido prácticamente ningún asesinato político. Y, en ese día, el jefe de la Guarnición de Santiago, que era Pinochet, telefoneó al Presidente de la República y le dijo: "Presidente, el primer coronel que se mueva, yo mismo le pego un tiro". Es un ejemplo de la severidad con la que el Alto Mando del Ejército de Chile controlaba el comportamiento de sus subordinados y, a su vez, de la postura que formalmente tenía Pinochet de respaldo incondicional al gobierno constitucional del país.

Sin embargo, en la conspiración para destruir las bases del sistema de gobierno representativo, Pinochet engañó a su superior, el Comandante en Jefe del Ejército y engañó al Presidente de la República, al mantener formalmente esa postura de respaldo al Gobierno constitucional frente a otros militares que aparecieron conspirando en esos años. Y fue ese doble juego de engaño el que le permitió a Pinochet ganarse la confianza de su superior, el General Prats, quien, al dimitir de su puesto de Comandante en Jefe hacia el 25 de agosto de 1973, a la pregunta del Presidente Allende sobre a quién aconsejaba para suceder en el puesto, Prats respondió: "Augusto Pinochet siempre me ha dado pruebas de lealtad a la función constitucional del Ejército y se lo recomiendo para la función que usted busca, que es asegurar la disciplina del Ejército y se lo recomiendo para la función busca, que es asegurar la disciplina del Ejército dentro de la legalidad". Y por esa razón, en base a esa información, el Presidente Allende designó a Pinochet comandante en Jefe del Ejército, en un momento en que pudiera haber designado a cualquier otro General del Alto Mando.

Sin embargo, la versión que da el propio Pinochet en su Libro "El día decisivo. 11.9.73", publicado en Santiago en Diciembre de 1979 por la Editorial "Andrés Bello", desvela que desde 1972 estuvo conspirando para el objetivo que ha señalado antes. Así en las páginas 71 a 89.

Por SS se solicita que se identifiquen las páginas a las que se va a referir para que, teniendo a la vista el libro que en este momento exhibe el testigo, puedan testimoniarse e incorporarse a la Causa.

Por SS se acuerda la incorporación de testimonio de las páginas de dicho libro rubricado por la Sra. Secretaria en este mismo acto.

En la página 78, manifiesta el declarante que Pinochet afirma que "el 23 de junio de 1972 dio el primer paso para transformar la concepción defensiva del plan de Seguridad Interior en otro de carácter ofensivo "para no despertar sospechas, diseminó el trabajo entre varios grupos para realizar lentamente la elaboración de los documento". El 9 de julio siguiente amplió esta planificación, enviándola sólo a las direcciones de operaciones e Inteligencia.

En la página 79 afirma que para el éxito de su conspiración necesitaba una serie de elementos que explica en el texto, lo desarrolla en la página 72 diciendo que "la revolución debía ser preparada en un círculo muy cerrado"; y en la página 87 señala que el 28 de mayo de 1973 emitió órdenes como la Directiva de Seguridad Interior que contenía el Plan y que indica en la misma página que tenía como requisito previo y necesario al comienzo de lo que denomina "revolución", el alertar a todas las Unidades del país, pues "era fundamental que todas las tropas del ejército reaccionaran ante una sola orden" (…) "La primera medida que se debía adoptar en los Cuarteles Generales era que todos los trabajos preparatorios se hicieran con la máxima discreción" y en la página 88 agrega "para evitar cualquier filtración se empleó el sistema de trabajar sectorialmente materias que en apariencia no tenían relación entre sí pero que, reunidas en el momento determinado, configuraban la acción total. De esta manera, cada grupo conocía sólo su parte. Además, se tomó toda clase de precauciones con quienes tenían participación en estas actividades y que, en principio, debían realizarse con un mínimo de personas y todas de absoluta confianza".

En unas declaraciones que hizo Pinochet el 7 de agosto de 1974 ante una reunión de rotarios de Santiago de Chile, dijo literalmente: "fuimos ocho Oficiales los que planificamos o que recibimos órdenes para llevarlo a cabo".

Esta afirmación de Pinochet referida está recogida y comentada en el libro de Memorias que el General Carlos Prats escribió durante 1974 y que se titula "Testimonio de un soldado", que lo terminó pocos días antes de ser asesinado el 30.9.74 por agentes de la DINA y que está publicado en Santiago de Chile en marzo de 1985 y que, en las páginas 599 y 600, dice dicho General: "El General Pinochet era entonces mi Jefe de Estado Mayor hasta el momento en que, por mi sugerencia, el Presidente Allende designó Comandante en Jefe del Ejército al General Pinochet, creía honestamente que dicho General compartía con sinceridad mi convicción de que la caótica situación chilena debía resolverse políticamente sin golpe militar, ya que esta sería su peor solución (…) Si se va al fondo de ambas confesiones del General Pinochet, él se coludió para resolver por la fuerza un "conflicto de jurisdicción" entre dos poderes del Estado".

Por SS se ordena a la Sra. Secretaria que extienda diligencia de que la copia que queda unida a la Causa, en esas páginas, coinciden con el original, que se tiene a la vista.



El declarante da un ejemplo del conocimiento personal de la malicia de Pinochet para llevar a cabo su conspiración: El domingo día 9 de septiembre de 1973, a mediodía, fue convocado por el Presidente Allende a la residencia particular de éste último, donde llegó en compañía del General Urbina, entonces Inspector General del Ejército, y el Presidente de la República les informó de que en las horas siguientes iba a convocar un referéndum para que los ciudadanos escogieran libremente el destino del país en relación con el conflicto que en ese momento enfrentaba al Poder Ejecuto con el Legislativo. El declarante tuvo conocimiento de esta comunicación del Presidente a Pinochet en la noche del lunes 10 de septiembre siguiente, en el transcurso de la reunión de trabajo que sostuvo el presidente para preparar su mensaje al país convocándole al plebiscito, reunión en la que participó junto con el Ministro del Interior, D. Carlos Briones, el Ministro de Defensa D. Orlando Letelier, y el Director de Televisión Nacional, D. Augusto Olivares.

Sin embargo, después de recibir esa información, Pinochet regresó a su casa y, según es de dominio público, reconocido por él y por otros participantes, esa tarde del domingo 9 se reunió con el General Leigh, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea y con el Almirante Huidobro, Jefe de la Infantería de Marina, enviado por el Almirante Merino, y acordaron adelantar el golpe insurreccional desde la fecha del 14 de septiembre que estaba prevista, de modo tal que el Presidente no pudiera convocar el plebiscito y que el país no supiera que la vía de las urnas estaba abierta para dilucidar democráticamente el destino colectivo.

En el desarrollo de la conspiración, las órdenes fueron dadas por Pinochet a sus subordinados para que en el momento que él emitiera las órdenes, en todas las Unidades del país, se procediera a detener a los líderes de todos los niveles que representaban al Gobierno o a las organizaciones cívicas, sociales, culturales, religiosas, políticas, que sustentaban al Gobierno Constitucional, aplicando sistemáticamente la tortura a todas las personas detenidas, cualquiera fuera su rango, condición, edad o sexo.

Preguntado por SS si ello quiera decir que las órdenes fueron emitidas y entregadas en plicas cerradas con actuaciones y nombres concretos que tenían que hacerse en el mismo momento del golpe, manifiesta que las ordenes fueron cursadas en sobres cerrados, pues Pinochet actuaba en la forma secreta que él mismo confiesa en su libro, de modo que los Jefes de Unidades sólo conocieron esas órdenes cuando la mañana del 11.9.73 Pinochet impartió la orden de abrir los sobres y ejecutar sus órdenes.

Preguntado por SS si quiere ello decir que, al margen de lo que eran las órdenes, también había un minucioso detalle de órdenes en relación con lo que se tenía que hacer respecto a detenciones, torturas y detenciones, manifiesta que lo que se ha sabido es que antes del 11 de septiembre Pinochet hizo elaborar las primeras listas de personas a ser detenidas, torturadas y algunas de ellas asesinadas inmediatamente. Son unas primeras listas cuyo contenido responde a esta fijación en el liderazgo social y político del país.

Preguntado si estaban asimismo previstos y diseñados los lugares donde se tenían que producir y practicar las torturas que después se desarrollan, manifiesta el declarante que todos los Recintos del Ejército fueron convertidos en Centros de Detención y Tortura, es decir, los aparatos de tortura ya estaban distribuidos e instalados para el momento en que Pinochet diera la orden de ejecutar las instrucciones.

Preguntado si es cierto que el mismo día 11, fecha del golpe militar, además de las ejecuciones, asesinatos, etc., hubo ya práctica generalizada de torturas, indicando ello que la planificación era anterior, manifiesta que sí, que el Presidente tuvo constancia de que en las semanas últimas de la conspiración los conspiradores buscaron usar el terror como instrumento de paralización de cualquier resistencia interna en las instituciones militares a una orden insurreccional. En concreto, en la Marina de Guerra, en la primera semana de agosto de 1973, fueron detenidos varias decenas, algo más de 70 suboficiales, que fueron sometidos a torturas por mandos de la Marina que estaban en la conspiración. La noticia de sus torturas llegó a conocimiento del Presidente Allende, quien ordenó al Ministro de Defensa Letelier abrir una inmediata investigación sobre si era verdad que estaba torturando en la Marina y aplicar las sanciones legales pertinentes. El declarante tuvo conocimiento personal de esa situación de torturas previa a la insurrección, y así consta también en la comunicación que le enviara D. Orlando Letelier tiempo después del golpe de Estado, en una cinta grabada por el Sr. Letelier y que está aportada a los Autos.

Preguntado si era posible que el hecho que acaba de relatar, ocurrido en agosto de 1973, se produjera sin conocimiento de los responsables de la conspiración, en concreto, sin conocimiento y autorización en su caso de Augusto Pinochet como cabeza visible de la conspiración, manifiesta el declarante que era absolutamente imposible que en una Unidad militar cualquiera se torturara sin el conocimiento del mando de la Unidad y, a su vez, de los mandos territoriales y nacionales de esa Unidad. En el caso de la Marina de Guerra, esas torturas anteriores al 11 de septiembre, se practicaban con el conocimiento, y ello le consta al declarante, y probablemente también bajo las órdenes del Almirante Merino, que era el número 2 en la jerarquía de la Marina de Guerra y que encabezaba la conspiración dentro de la Marina, conspiración de la que no formaba parte el entonces Comandante en Jefe de la Marina, Almirante Montero, quien el 11.9.73 fue detenido por los conspiradores y apartado del mando.

Preguntado si puede el declarante por tanto afirmar con el conocimiento personal que tuvo y con el conocimiento histórico que tiene sobre estos hechos, que antes del día 11.9.73 hubo un diseño, un plan perfectamente trazado para proceder a la detención, desaparición, torturas, etc. de personas por parte de los torturadores y, en concreto, de Augusto Pinochet, manifiesta que el plan existió, debe llegar, por inferencia esa conclusión, en función de los hechos que se producen desde la misma mañana del 11.9.73, en que simultáneamente en todas las Unidades del Ejército de Tierra (puesto que está hablando exclusivamente de Pinochet) se ejecutan órdenes de detener, torturar y asesinar.

El segundo elemento en que el declarante se apoya para sostener que el Plan existió es el móvil, la necesidad de implantar el terror en la sociedad, de manera que la toma del poder en la forma violenta en que tenía lugar y los actos que ese mismo día y en los días siguientes siguieron como la clausura del Parlamento por primera vez en la historia de Chile, la supresión de la libertad de prensa, la prohibición de los partidos políticos, la suspensión del derecho a la vida y a la libertad, todas esas medidas se intentaban, mediante el terror, que no fueran resistidas por el sector de la sociedad chilena partidario de la forma representativa de gobierno y de las libertades fundamentales, sector que suponía más del 60% de la población. Por consiguiente, el Plan para torturar masivamente y para asesinar con total impunidad era un instrumento para alcanzar el objetivo de implantación de un régimen de fuerza al margen de la legalidad y ello es así, porque se apoya en un tercer elemento, esto es, la conversación entre Pinochet y el Ministro Letelier en los primeros días de septiembre de 1973, unos días antes del golpe, en que Pinochet le dice literalmente a su superior, el Ministro de Defensa, según consta en la cassette que obra en los Autos: "Mire, Ministro, aquí hay una tropa de locos que están planteando que es preferible que se produzca ahora una definición y que mueran cien mil personas (…)". Es decir, en ese doble juego que estaba haciendo Pinochet, con frialdad le estaba anticipando al Ministro de Defensa lo que tenían previsto hacer quienes estaban en la conspiración.

Preguntando en qué momento conoce o comunica el declarante, si es que lo hizo, que Pinochet formaba parte de esa conspiración, al Presidente Allende, manifiesta el declarante que si Pinochet tuvo capacidad de engañar a su propio Superior, con el que se veía todos los días, que era el General Prats, y capacidad de engañar a sus subordinados, en la medida en que la conspiración la llevaba con la mediación solamente de ocho de ellos, que en las declaraciones ante los rotarios no identifica quiénes son, es evidente que el Presidente no tuvo sospechas de Pinochet hasta el mismo momento en que éste apareció encabezando la insurrección públicamente a las 8.30 de la mañana del 11 de septiembre, cuando entra por una Emisora de Radio el primer bando militar, que aparece firmado, entre otros, por Augusto Pinochet. No obstante, unos diez días antes, el declarante había recibido un comentario circunstancial que ponía en duda la lealtad de Pinochet y que, naturalmente, lo comunicó al Presidente de la República, quien se limitó a escuchar al declarante sin hacer ningún comentario. No teniendo ninguna prueba a su disposición no podía el declarante ir más allá. Sí le recordó al Presidente esa conversación cuando en la mañana del 11.9.73 fue el declarante quien le hizo saber lo que decía el bando que la radio acababa de transmitir y que firmaba Pinochet, Bando de las 8.30 horas que dice algo de la gran significación en este Procedimiento y en esta fecha: "El Sr. Presidente de la República debe proceder a la inmediata entrega de su Alto Cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile". Es decir, los que suscriben ese primer bando Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza todavía en la mañana del 11.9.73 están reconociendo al Doctor Allende como Presidente de la República y le están conminando a que entregue su legitimidad democrática y constitucional a los Jefes sublevados.

Tras ese bando, el Dr. Allende fue amenazado con el asalto armado al Palacio Presidencial por tierra y aire si no transmitía el mando legal del país, la jefatura del Estado, a los insurrectos.

El Presidente de la República prefirió antes morir que ceder la legitimidad de su alto cargo a quienes estaban cometiendo una traición y este hecho tiene unas consecuencias jurídicas en el contexto chileno que le parecen al declarante evidentes, y es que, habiendo muerto el doctor Allende como Jefe de Estado, la jefatura del Estado quedó vacante, y no fue cubierta en términos materiales hasta muchos meses después en la medida que el Decreto de la Junta Militar que designó a Pinochet como Presidente de la República solamente es de diciembre de 1974, en el supuesto caso de que se admita la legitimidad de ese Decreto, aunque, desde el punto de vista democrático representativo, el puesto de Jefe del Estado solamente fue cubierto en 1990 mediante la elección democrática en las primeras elecciones libres que se realizaron después del golpe de Estado. Y durante el 11.9.73 y el 11.3.90 lo que hay en Chile es un gobierno de fuerza concentrado en los Jefes de las Armas Militares que utilizó los medios del terror como instrumento de dominio sobre la sociedad, como lo demuestran no solamente las torturas masivas y los asesinatos masivos, sino también la mera enumeración del mantenimiento del estado de sitio y del estado de emergencia durante ese tiempo. Así, el Estado de Sitio fue implantado el mismo 11.9.73 y el país estuvo sometido al mismo hasta marzo de 1978 y, de nuevo, el estado de sitio fue proclamado el 7.11.84, el 2.2.85, el 17.6.85, el 8.9.86, y el 6.12.86.

En segundo lugar, el país estuvo mantenido, en lo que se denomina "estado de emergencia", ininterrumpidamente desde el 11.9.73 hasta el año 1987, lo que demuestra la necesidad que tenía ese órgano de fuerza de recurrir a instrumentos de coacción para mantenerse en el Poder.

Acompaña para su unión a la Causa Nota Simple de la relación de Decretos a la que acaba de hacer referencia y que se refieren a los distintos Estados de Sitio, Emergencia y Peligro.

A preguntas del Sr. Letrado presente de si, cuando se produce el día del golpe, las detenciones y torturas se producen en todo el territorio nacional y existía una planificación anterior con tiempo que había ido llegando en pequeños compartimentos y que se contenía en esos sobres, no resultando un acto inmediato de ese día, manifiesta que ese es el conocimiento que el declarante tiene.

Preguntado por SS si los Centros de Detención que se utilizaron eran del Ejército, pero también de la Armada, Aviación y Carabineros, manifiesta que efectivamente fue así, pues sus centros fueron convertidos en centros de detención y tortura, pero las detenciones eran tan masivas que, no cabiendo, se habilitaron otros centros de detención, como eran estadios y otros recintos parecidos.

Preguntado si la finalidad del golpe a la que ha hecho referencia el declarante, permite afirmar que había un sector de los militares que participan en ese golpe que participan porque creían que iba a ser un golpe temporal, para hacerlo así coincidir con el final del mandato constitucional del Presidente Allende, manifiesta que la idea que había en la Presidencia de la República antes del 11.9.73 era que algunos Generales, y, en particular, el General Bonilla, del Ejército de Tierra, estaban conspirando para derrocar al gobierno constitucional y, mediante ese derrocamiento, abrir paso a un gobierno en el que participara la democracia cristiana. Ese plan, tal como era percibido en la Presidencia de la República, presuponía en primer lugar eliminar al Gobierno, aunque el desarrollo posterior a esa primera medida admitía varias variantes: una de ellas era la posibilidad, siempre en los planes a que el declarante se refiere, de que asumiera temporalmente la Presidencia de la República la segunda autoridad institucional del Estado en ese momento, que era el Presidente del Senado, D. Eduardo Frei, y luego, otra variante dentro de ese esquema de ese sector conspirador, era instaurar un régimen militar por un breve periodo de tiempo, tras el cual llamar a nuevas elecciones previa destrucción durante ese interregno de las instituciones políticas y sociales que sustentaban al gobierno del doctor Allende.

De acuerdo con la información de que se disponía en la Presidencia de la República, en esa conspiración de esos Generales que simbolizaba Bonilla, no estaba Pinochet, y los hechos posteriores al 11 de septiembre, vienen a demostrar que la información era correcta, puesto que Pinochet, en los meses posteriores al 11 de septiembre, engañó también a los propios conspiradores en la siguiente forma: a quienes integraron la Junta Militar en un principio, les dijo que aceptaba que las decisiones en esta última se tomaran por unanimidad, y uno de sus integrantes, el Jefe de la Fuerza Aérea Leigh, se opuso a que ese acuerdo inicial fuera modificado y a que Pinochet se hiciera con el poder total; y ello, entre otras razones, llevó a que Pinochet destituyera el General Leigh en 1978.

Dentro del Ejército de Tierra, los Generales que participaban en la conspiración que ha comentado el declarante antes, que pasaba por abrir el camino a otro Gobierno civil, fueron eliminados en los meses posteriores al golpe, sucesivamente, mediante pases a retiro y, concretamente, el General Bonilla, murió en un extraño accidente de helicóptero en marzo de 1975, accidente que fue investigado por la Empresa francesa que fabrica los helicópteros "Puma" y, parece ser, que ese equipo investigador enviado desde Francia también cayó desde otro helicóptero "Puma", causándoles la muerte y, tras este segundo accidente, tiene entendido el declarante que la Casa francesa resolvió no investigar más.

Por SS se le pregunta si en algún momento posterior a todos estos acontecimientos, incluso recientemente, si alguna persona militar o civil, le comentó al declarante que se hubieran adquirido instrumentos específicos y sofisticados para tortura con carácter previo al 11.9.73, o le hizo algún comentario en esta línea, manifiesta que sí, que se lo ha oído decir al General Poblete y, además, cuadra con los hechos, puesto que los instrumentos de tortura ya estaban en los recintos de tortura para el 11.9.73…>>

Del análisis de esta declaración y de las anteriores se desprenden varias conclusiones:

a) La existencia de la conspiración previa al 11.9.73 de los responsables militares a cuyo frente se encuentra Augusto Pinochet Ugarte para ocupar el poder, eliminando al Presidente constitucional, como.

b) Para desarrollar, siguiendo las órdenes, de los conspiradores, todo un sistema de detenciones ilegales, secuestros, desapariciones y muertes de miles de personas, como instrumento para conseguir aquél fin, y,

c) La ausencia del carácter de Jefe del Estado hasta Diciembre de 1974 de Augusto Pinochet para eliminar cualquier tipo de resistencia a la vez que propiciar la desaparición de sectores de personas en función de su liderazgo, etnia, adscripción política, cultural, etc., opuestos a los planteamientos de aquellos..

6.- Por su parte el General del Ejército Joaquín Lagos Osorio afirma que:

<<… El mismo 11 de Septiembre, se dictó el Bando nj 3 de la Jefatura de Zona en Estado de Sitio, el que bajo mi firma requería a varias personas, aproximadamente 100, para que se presentaran al Intendencia de Antofagasta y respondieran por cargos diversos que se les formulaba por parte de los Servicios de Informaciones, atendida su calidad de altos militantes del régimen de la Unidad Popular.>>.

Es decir se reconoce cómo los Servicios de Inteligencia e Informaciones siguiendo órdenes de Augusto Pinochet elabora listados de personas a detener, torturar, hacer desaparecer y matar.

7.- Por último, María Olga Lutz Itersera en su declaración de 27 de Noviembre dice entre otros particulares que:

<<… Es un período de transición que debe concluir con el periodo que le correspondía al Presidente Salvador Allende (son tres años). Este planeamiento es sustentado por otros generales como el general Palacios, el general Arellano, el general Washington Carrasco, el general Riveros y el general Bonilla. Igualmente hay otra preocupación de parte del general Lutz y Bonilla, y se trata de que alrededor de Mayo (de 1974), se comienza a plantear dentro de la junta militar, mejor dicho, lo comienza a plantear Pinochet, la necesidad de que exista un cargo ejecutivo, un cargo ejecutivo dentro de la junta militar porque el planeamiento inicial era que la junta militar era un cargo, era un organismo colegiado, y que los diferentes miembros debía rotarse en el poder. Ese era el planeamiento también que tenía mi padre y que tenía el general Bonilla. Hay una junta de generales en la cual se va a votar si se elige o no se elige a Pinochet como jefe supremo de la nación.

En Septiembre del 74 se celebra una junta de generales. Uno de los temas principales que se discute son los procedimientos que está llevando a cabo la DINA, porque la DINA ya se había institucionalizado (me parece que fue a fines de Junio). Entonces él, obviamente y otro general, no están de acuerdo con los procedimientos de la DINA, ni tampoco con que el general Contreras despache directamente con el general Pinochet siendo un comandante y el resto eran generales. Entonces, en la Junta esta pues una frase que es muy sonada es que él dice: "pues la DINA soy yo".>>

Se acredita el extremo de que Augusto Pinochet no es Jefe del Estado, hasta Diciembre de 1974, ya que está discutiendo a lo largo de 1974 entre los Generales si se le nombra como tal o no.

Por lo expuesto y vistos los artículos de general aplicación.


DISPONGO

Fijar los elementos que constan en esta Resolución como indicios que constan en la causa.

Remitir testimonio de esta resolución para su incorporación a la documentación de la Extradición de Augusto Pinochet Ugarte por vía diplomática.

Remitir copia simple al Crown Prosecutor Service de esta resolución.

Así lo manda y firma el Ilmo. Sr. D. Baltasar Garzón Real, Magistrado-Juez del Juzgado Central de Instrucción Número Cinco de la Audiencia Nacional, doy fe

E/

DILIGENCIA; seguidamente se cumple lo acordado.


Este Documento es copia fiel del original emitido por el JCI NΊ.5 de la Audiencia Nacional.
Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor. Madrid, 25 de junio de 1999.

Juicio contra Pinochet en España

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