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15dic09
Entre elogios, Cristina, Kirchner y Moyano ratificaron su alianza
La sinergia fue absoluta. Hugo Moyano y los Kirchner profundizaron ayer su alianza mostrándose juntos y dando discursos coincidentes en un acto frente a unos 45 mil camioneros que festejaron con ellos su día en el estadio de Vélez Sarsfield.
Desde el escenario, parados tras un atril con forma de frente de camión, la presidenta Cristina -acompañada por su esposo Néstor- y el titular de la CGT defendieron el actual modelo sindical y se elogiaron entre sí: también criticaron al campo y a los medios. En medio de la investigación por la mafia de los medicamentos, que está detrás del manejo de las obras sociales de medio centenar de gremios, entre la que se encuentra la de Camioneros, Moyano hizo una defensa corporativa: "Hay opinólogos que dicen cosas sin saber la realidad que viven y vivieron las obras sociales", se enojó, aunque admitió que había habido "errores".
En su discurso, la presidenta Cristina hizo una defensa de la conducción gremial ortodoxa cuando dijo que creía que "los trabajadores necesitan dirigentes sindicales fuertes".
Fuera de las cámaras y micrófonos, pero frente a Clarín, el camionero había hecho otra demostración de poder cuando llegó a Vélez acompañado del ministro de Salud, Juan Manzur, quien regula el envío de fondos oficiales y multimillonarios a las obras sociales sindicales. Eran las dos menos diez de la tarde cuando Moyano y Manzur entraron al sector VIP, decorado con cortinas blancas y verdes, desde se veía a la multitud camionera que deliraba desde las plateas y las populares: "Moyano Conducción", decían la mayoría de los carteles y los globos inefables que flotaban sobre la cancha. El locutor del acto, el ex Crónica TV Carlos Agüero, enumeró a las compañías del sector del transporte y la logística que habían ayudado a movilizar trabajadores hacia el estadio. Moyano se mostró preocupado sobre cómo reflejarían los diarios a su poder de convocatoria: "No pretendo que Clarín y La Nación cuenten la gente como lo hicieron en el acto del Rosedal (en referencia a la última movilización del campo): si es así van a decir que hubo 2 millones de personas y no es así, solo hay 70 mil en la cancha y 10 mil afuera".
El titular de la CGT había empezado su discurso haciendo una enumeración de sus logros gremiales, basándose en la inauguración que había hecho ayer del sanatorio Antártida. En un momento se emocionó. Fue cuando puso a sus afiliados a disposición de la Presidenta: "Además de su coraje para gobernar, sepa que cuenta con el apoyo de todos nosotros para defender las instituciones democráticas". Antes había criticado sin nombrarlo al titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, quien había pedido "descabezar al gobierno" del bonaerense Daniel Scioli: "Algún lenguaraz con actitud de gaucho pendenciero se cree que nos va a asustar. Sepan que a un gobierno no se lo arrea con una pañuelo." La Presidenta también pareció hablarle a los ruralistas cuando dijo que "hay intereses minoritarios pero poderosos que intentan frustrar los procesos democráticos".
A pocos metros del atril estaban Scioli, su colega de La Rioja, Luis Beder Herrera; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el de Trabajo, Carlos Tomada; la de Industria y Turismo, Débora Giorgi; y Néstor Kirchner. En segunda fila se sentaron intendentes bonaerenses como Fernando Espinosa (La Matanza), y los secretarios de Estado como el de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Como suele hacer, Cristina dio su discurso en tono sentido. Hacia el final dijo que se sentía "identificada" con los camioneros y celebró algunas de las medidas de su gestión. Frente a la posibilidad de que la Corte Suprema siga dictando fallos a favor de la libertad sindical, cerró filas con Moyano: "Ojala haya más dirigentes así".
El hijo de Moyano, Pablo, organizador del acto, lo siguió sentado en las escaleras del escenario. Vestía jeans, una remera con la foto de su padre y unas Nike plateadas con enormes resortes color rojo. Antes de que todo termine se le acercó uno de sus ídolos, Ricardo Bochini, el ex Independiente, uno de los clubes donde su familia tiene influencia.
[Fuente: Por Nicolás Wiñazki, Clarin, Bs As, 15dic09]
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