Asociación Pro Derechos Humanos

DESPLAZADOS POR LA VIOLENCIA

UNA CUESTIÓN DE ESTADO

Como muchos otros actores del movimiento social, forjados como consecuencia de esta década de violencia y desintegración, han emergido los desplazados, un fenómeno para el que siguen sin estar preparados ni el Estado, ni la sociedad. Característica de la década es la manifestación abierta de una ruptura entre el movimiento social y sus representaciones políticas y gremiales. Un presidente imprevisto y una imprevista renuncia a la nacionalidad del más nacional de los candidatos, retratan el tipo de sorpresas que nos depara la época. Así, al margen de la política oficial, han nacido también innumerables movimientos sociales que van dibujando un nuevo rostro del Perú. Parte de ese proceso lo constituyen los desplazados. El fenómeno sigue un curso autónomo. Muchos campesinos desplazados se insertaron definitivamente en los medios que los acogieron. Otros retornaron bastante antes de que ciertos intelectuales se percataran del fenómeno y pretendieran "patentarlo" alrededor de alguna ONG. Reconocer, por tanto, que se llega tarde a esta problemática y que resulta insuficiente lo poco que se está comenzando a hacer con respecto a ella, es un buen punto de partida.

SOBRE TUMBAS Y HÉROES ANÓNIMOS

Las migraciones forzadas por razones de violencia surgen con el estallido de la guerra. La población civil es sujeta a estrategias de sometimiento militar y sus organizaciones sociales son consideradas una traba para el avance o solución de la guerra. Desde el Estado, se aplica una estrategia contrainsurgente que parte de anular los derechos democráticos de la población a través de los llamados Estados de Emergencia y llega hasta la abierta violación de los derechos humanos vía la agresión militar contra la poblacióncivil. Por su parte, "Sendero Luminoso" pretende imponer la dictadura del partido sobre la sociedad mediante la implantación de un régimen de terror, el genocidio y asesinatos selectivos de civiles desarmados. Al militarizarse el campo, los actores sociales son anulados y la base social, llámese comunidad campesina o nativa, se descompone en dos grandes movimientos: la autodefensa y los desplazados. Estos se despliegan por todo el país, constituyendo un fenómeno social que ha transformado la vida rural y tiene enorme impacto en los sectores urbanos. Esta gran movilización social se da de manera autónoma y expresa una ruptura más con las representaciones políticas y gremiales También ella toma desprevenido al Estado, el cual no previó política de asistencia social o humanitaria alguna para cerca de medio millón de peruanos quienes súbitamente eran privados de sus derechos y de su capital de trabajo.

Por último, el paso de democracia a dictadura puso fin a un intento de formular políticas a través de una Comisión Técnica, y, al parecer, no hay interés alguno por parte del gobierno de relanzar una experiencia de este tipo, dado que su interés no es precisamente democratizar la sociedad. Quienes sí acompan~aron este proceso desde un inicio fueron las iglesias y las organizaciones de derechos humanos. Ellas recibieron el impacto de este movimiento y tuvieron que asistirlo, principalmente en las áreas de defensa de los derechos humanos, así como canalizando ayuda humanitaria y de emergencia.

¿INSERTADOS Y ENSARTADOS?

El fenómeno del desplazamiento presenta hoy dos características: la inserción y el retorno. Nuevamente, se trata de dos procesos que se dan cotidianamente a los largo de esta década de manera autónoma. Han sido cientos de miles los desplazados quienes, en contacto con sus familias o agrupaciones de residentes, se han establecido en las ciudades y generado formas de sobrevivencia múltiples. El retorno, por otro lado, es un proceso que combina la voluntad de defender con las armas el acceso a sus propiedades comunales en los agrupamientos de desplazados rurales organizados en las alturas o comunidades vecinas Se combina la autodefensa con la producción, e incluye retornos temporales a las comunidades. A propósito, son recientes los esfuerzos por hacer de éstas parte orgánica de estrategias militares, de ONG o, últimamente, de asociaciones de desplazados.

El retorno plantea dos problemas esenciales: el de seguridad, y la necesidad de contar con capital de trabajo, familiar y comunal. A esto hay que an~adir la urgencia de contar con ayuda de emergencia en sus fases iniciales. Este proceso compromete fundamentalmente a los desplazados rurales.

Las experiencias han sido exitosas cuando han tenido la comunidad campesina como eje y se ha logrado un acuerdo entre los desplazados y los que se quedaron. La militarización del campo hace inevitable una fase de negociación con los mandos militares y la Defensa Civil, y en ese marco, junto a la solidaridad de las iglesias y ONG, se pueden establecer condiciones adecuadas para el retorno.

RETORNAR ¿A QUÉ?

Las soluciones a este proceso tienen que ver con el desarrollo de la guerra; analizar sus perspectivas es clave.

A diferencia de Centroamérica no hay condiciones para una salida negociada al conflicto, que nos permita tener una paz con fecha fija y, por ende, imaginar retornos o éxodos masivos al campo. Una de las particularidades del conflicto en nuestro país es que está planteado como una guerra de exterminio por ambos bandos, sin salida política a la vista, lo cual hace que el marco en el cual se trabaje con los desplazados sea el de un conflicto armado de mediano plazo y la mantención de la militarización del Estado y la sociedad. Por consiguiente, se seguirá tratando de una población civil anulada en el ejercicio de sus derechos civiles. Así las cosas, los procesos de retorno y reconstrucción de las comunidades se darán en condiciones particulares, en función de las correlaciones de fuerzas y condiciones de seguridad y trabajo que los afectados deberán evaluar democráticamente desde sus organizaciones.

CUESTIÓN DE ESTADO

Encarar el problema de los desplazados, parte de reconocer que se trata de un problema nacional y de enorme importancia por su extensión. Es asumir que la guerra tiene un elevado costo social, no sólo en vidas y por un doloroso cuadro humano compuesto de huérfanos, viudasy otros afectados, sino por la destrucción de las fuerzas productivas, lo cual debe hacer que se establezcan programas de emergencia específicos para atender a estas víctimas. Es necesario que se reconozca a este sector de peruanos su estatus de desplazados, y que sobre esta base se definan políticas para restituirles sus derechos y libertades perdidos. El Estado no puede abstenerse de atender este problema. Es fundamental reconstruir el agro andino y nativo con un programa de mediano plazo. Solamente en Huanta existen mas de 80 centros educativos que han dejado de funcionar, la estructura educativa destruida, la violencia de una década ha generado una promoción de analfabetas que es necesario atender. Sin embargo, lo destruido en 10 an~os no puede ser repuesto en uno o dos; es necesario un programa de reconstrucción que signifique, por una vez en 500 an~os, que los mas necesitados son la prioridad del país. Debe disen~arse y aplicarse un programa de emergencia que atienda las necesidades urgentes, pero éste será insuficiente si lo necesario se sacrifica por lo urgente. Construir desde el movimiento social teniendo a los desplazados como protagonistas un espacio de negociación con el Estado sera necesario.

LAS BASES PARA EL RETORNO

Debe darse en el marco de una valorización de la situación. Debe basarse en la decisión voluntaria de los afectados . El eje del retorno debe ser la comunidad campesina. . El acuerdo para retornar implica pasar de la dispersión a la centralización . Es un proceso de negociación y confrontación con las fuerzas de la militarización. Requiere de comprometer al Estado con la seguridad y la restitución del capital de trabajo. Se debe dar en el marco de buscar comprometer a la mayor cantidad defuerzas democráticas: Federaciones, iglesias, ONGs, prensa etc.

2. LA INSERCIÓN.

. es un proceso de integración a las áreas de recepción. . evitar construir una marginalidad dentro de otra.. pasar de la emerge

IV. UBICACIÓN DE LOS DESPLAZADOS.

Discrepamos de clasificar a los desplazados por olas en relación a la evolución del conflicto, porque esta visión nos ideologiza el problema y da la apariencia de que en cada oleada los refugiados o son antimilitaristas o antisenderistas. Los dos bandos han actuado permanentemente y los desplazados son victimas de este encuentro. Optaremos por una clasificación de otro tipo, mas cercana a la aproximación que hacen en centroamerica, 1. desplazados temporales. 2. desplazados en áreas rurales. 3. desplazados del campo ala ciudad 4. desplazados de la ciudad.

v. LA ORGANIZACIÓN DE LOS DESPLAZADOS

En lo fundamental ha sido un proceso autónomo (no espontaneo, porque este termino implica que los fenómenos supuestamente nacen cuando los investigadores sociales los descubren.)

Durante una década el proceso ha ubicado a los desplazados de manera dispersa, atomizada en las ciudades y su centro de referencia y acogida han sido las asociaciones de residentes , este es un primer lugar donde encontraremos desplazados. Han surgido agrupamientos territoriales de desplazados que junto con los migrantes han dado lugar a agrupamientos urbanos.

Los desplazados están organizados en agrupamientos territoriales en torno a la autodefensa, fundamentalmente en las áreas rurales; esta es otra forma de organización. El agrupamiento gremial de los desplazados como grupo o movimiento social que busca ser reconocido como tal, con intereses particulares y que tiene niveles iniciales de negociación con el estado es reciente y tiene las siguientes características.surge al margen de las organizaciones gremiales y su esfuerzo por articularlas a los gremios campesinos es aun a contracorriente. esta liderada por una dirigencia joven sin experiencia y el nivel de conciencia es fundamentalmente asistencial. No tiene aun un encuadramiento programático. Este proceso descentralización es bastante delicado y puede ser destruido si se transforma en un espacio de disputa de las ONGs. formar un nuevo liderazgo y evitar vicios burocráticos y antidemocráticos es clave. predomina aun el caudillismo. . sus formas de centralización regional y nacional deben ser originales y abiertas.

VI. LOS DESPLAZADOS; UNA CUESTIÓN DE ESTADO.

Tenemos que ser reconocidos como población civil somos un problema social y parte de los grandes problemas nacionales. por el numero de afectados: 1,000,000 hay una generación de jóvenes analfabetos hay una generación de huérfanos hay invalidos y viudas etc.tenemos derechos recocidos por la legislación internacional y que el estado peruano debe hacerlo. Un programa de reconstrucción del Agro y un plan de emergencia que atienda las necesidades urgentes es una demanda de este movimiento. El estado tiene la palabra. Abrir espacios de negociación con un frente amplio en donde la organización de los desplazados tenga la primera opción.

VII. LINEAS DE ACCIÓN INSTITUCIONAL.

1. EMERGENCIA

2. PROGRAMAS DE RETORNO

3. PROGRAMAS DE INSERCIÓN

4. PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN

5. PROGRAMAS DE APOYO A LA ORGANIZACIÓN

6. DIFUSIÓN.

Inimaginables fueron los alcances que tiene el fenómeno de la violencia y, por ende, no hay ni desde el Estado, ni desde la sociedad, fuerza democrática capaz de evitar su actual configuración, que ha traído abajo el frágil sistema estatal y social organizado en torno a la democracia representativa. (agregado)

La inserción es la tendencia mayoritaria de la población que se encuentra en las grandes ciudades. Contribuyen a esto la duración del conflicto. Las familias participan de formas de sobrevivencia y empleo en el mercado informal de trabajo, muchos tienen lotes en asentamientos aunque la mayoría vive alojada, la educación de los hijos y la asimilación de estos a nuevos patrones culturales y espectativas de consumo radicalmente diferentes a las de sus padres y hasta la perdida del idioma quechua entre los jóvenes; son factores que hacen que un importante contingente de desplazados opten por la inserción.

Otra historia, esta vez en la ciudad...producto un ruptura violenta con la que tenían en el campo, ha comenzado para cientos de miles de campesinos. Se integran a la ciudad sin derechos ni libertades. El Estado, básicamente preocupado en una salida militar al co nflicto se ha abstenido de atender esta catástrofe social, es también necesario que al igual que el retorno, este sector se atendido, apoyado en un esfuerzo de autoconstrucción de sus viviendas, de restitución de su capital de trabajo arrebatado por las fuerzas de la guerra y de políticas de asistencia humanitaria, alimentaria y de salud. Los desplazados a decir de Carlos Ivan Degregori (1) reclaman "ciudadanía", no piden limosnas, reclaman derechos y son productores que solicitan apoyo para restituir su capital.

LOS DESPLAZADOS SE ORGANIZAN

Un punto escencial para entender el desplazamiento es reconocer que se ha desarrollado como un movimiento autónomo. Al igual que otros grandes movimientos sociales de la década del 80 lo hacen al margen y sin representación política o gremial. Una vez mas se llega tarde incluso en los análisis.

Los desplazados se dispersan y aterrizan en las grandes ciudades y son acogidos por sus familiares y socialmente por las Asociaciones de Residentes y desde ahí implementan estrategias de sobrevivencia, retorno o inserción. Esta oleada social fortalece y democratiza estas instituciones de migrantes y hoy la FEDIPA es una vigorosa institución que muestra la presencia ayacuchana en Lima, hace presencia afirmando sus manifestaciones culturales llegando a organizar un multitudinario carnaval, plantando una yunza nada menos que en el aristocrático Acho.

En el campo los desplazados se organizan para la resistencia y la defensa de su territorio. Combinan la Autodefensa Armada con la producción. En zonas de guerra existen agrupamientos comunales en torno a una comunidad madre, hay comunidades alojadas en otras y los distritos y algunas provincias rurales agrupan miles de desplazados. Aquí el retorno es una batalla cotidiana.

La organización gremial de los desplazados en asociaciones a nivel provincial, Huanta, Ayacucho, Ica, Huancayo y la experiencia ASFADEL en Lima es reciente pero un signo positivo en la marcha de que el problema de los desplazados es reconocido y atendido. Este movimiento tiene el apoyo de las ONGs y es necesario fortalecer su autonomía, para que las estratégias institucionales y las gremiales no se crucen sino se complementen.

La necesidad de que los desplazados sean reconocidos como un problema nacional requiere de organizar nacionalmente esa voz. Este esfuerzo obviamente trasciende la formalidad de un evento o una publicación, es construir un escenario que comprometa las familias, las organizaciones de residentes, la población rural de desplazados, las asociaciones. En este proceso el apoyo de las ONGs y las iglesias es importante dado que la ausencia del Estado hace que sean estos quienes han venido recibiendo el impacto de este movimiento. Hay mucho que caminar y rápido.


Informes de Aprodeh